De 552 a 41 años de cárcel por la vida de una niña

Ni siquiera se atrevieron a ir al juicio contra los asesinos de su hija Encarnación Silva por miedo a represalias (tampoco algunos de los testigos citados). Los padres de la pequeña de seis años que murió en un tiroteo protagonizado por el clan de «Los Perla» tampoco oyeron en persona la petición de perdón de la matriarca –utilizó un medio de comunicación–, después del acuerdo alcanzado por las partes el mismo día del juicio de un caso que fue noticia a nivel nacional varios días. La Fiscalía rebajó de 552 a 41 años las penas e incluyó una indemnización de 400.000 euros para la familia de la víctima de «ahorros» de los acusados. Una condena de 14 años de cárcel, otra de 11 años, ocho más de 2 años –reconociendo los hechos– y cuatro acusados absueltos de los cargos. Y fin del juicio.

Antonio Girón, «El Coleta», y su hijo, José Antonio, admitieron que la noche del 20 de agosto de 2013 decidieron «vengarse» de «Faíto», un cliente moroso» en el pago por las drogas que se había refugiado en la casa de su hermano en las Tres Mil. Se armaron y una vez allí comenzaron a disparar a la fachada del bloque en cuestión, pero sobre una vivienda equivocada hiriendo mortalmente a la pequeña Encarnación y a sus padres de forma leve. La matriarca (María del Carmen Barrera), pese a la declaración de un testigo protegido que la situó en el lugar de los hechos, no habría participado en el tiroteo, aunque se le imputa el delito de conspiración para homicidio. Y podría no volver a la cárcel al haber cumplido dos años tras su detención días después de los hechos.

Tras el tiroteo, los acusados huyeron y se ocultaron en Mijas (Málaga), donde fueron detenidos tres días después del suceso y donde fueron encontradas armas, hachís, 510.439 euros y ocho kilos de oro en joyas.

La Fiscalía solicitaba inicialmente 80 años de prisión al «Coleta», que se quedarán en 14; y en 11 se quedarán los 78 solicitados para su hijo. «La Perla» se exponía a un castigo de 54 años de cárcel, que pasan a dos. Otros siete familiares tendrán que pasar dos años entre rejas. El padre y el hijo admitieron los hechos, que llevaban un arma cada uno y que dispararon a la vivienda en la que pensaban que estaba «Faíto». Los abogados defensores no hicieron preguntas y la fiscal modificó sus conclusiones provisionales, rebajando las penas poco antes de que el juez dijera que el juicio, que estaba previsto que durase catorce días, quedaba visto para sentencia.

Para rebajar las penas, la Fiscalía ha tenido en cuenta la atenuante de drogadicción del padre del clan, que es consumidor de cocaína desde joven, así como otra atenuante «muy cualificada» relativa a la reparación del daño causado. A los tres acusados principales se les imputaban diez delitos inicialmente: homicidio, siete intentos de homicidio, delito contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.

Las tres mil: un problema de seguridad casi inabordable

El nivel de peligrosidad del Polígono Sur, y las Tres Mil en particular, preocupa. La propia comisionada, María del Mar González, asume que «no se han conseguido superar todos los problemas de seguridad», pero al menos se evidencia con juicios como el de ayer que la Justicia «actúa y funciona». El nivel de delincuencia es proporcional al paro y la exclusión social. Ayer, el Consistorio hispalense y la Junta acordaron «reconstruir» los servicios de empleo con un equipo específico del SAE.