Desconfían de los cambios en Urgencias a raíz del colapso

Satse pide a prevención de riesgos laborales que analice si la reordenación del Macarena se ajusta a la normativa.

Los profesionales sanitarios desconfían de los cambios que ha realizado la dirección en las urgencias del hospital sevillano Virgen Macarena, uno de los centros más afectados por la situación de colapso a tenor del repunte de casos de gripe y la falta de medios humanos para atender la demanda. Varios delegados del sindicato de enfermería Satse verificaron ayer que el servicio «está más normalizado» y comprobaron la reordenación de las instalaciones, aunque pedirán a la unidad de prevención de riesgos laborales que valore si las modificaciones se ajustan a la normativa.

En concreto, se ha desalojado una sala que antes estaba ocupada por casi 15 camas de observación. El objetivo es habilitar boxes independientes para los pacientes con mayores necesidades de atención médica, que podrán estar acompañados de un familiar. Sin embargo, Satse teme que este espacio, cuando se instalen las camillas, los aparatos de oxígeno y todo el material necesario, junto a la presencia de enfermeros y familiares, se quede pequeño y los episodios de saturación se repitan.

El sindicato también estará vigilante para que se cumplan las ratios de enfermeros por pacientes, fijadas en un profesional por cada dos enfermos en la Unidad de Cuidados Intensivos, uno por cada seis en Observación y uno por casi 10 en las plantas. Satse también ha comprobado que se ha realizado un refuerzo de profesionales –concretamente tres médicos, seis enfermeros y seis auxiliares–, aunque exige que esta dotación se mantenga en el tiempo y que no responda a un momento puntual como éste.

En este punto, Reyes Zabala, secretaria provincial del sindicato, critica que la dirección ha ido ampliando las plantillas y ha realizado cambios «en función de la demanda». «Ésta es la forma de actuar no sólo de la gerencia, sino también de los cargos intermedios, que acometen mejoras cuando las urgencias están desbordadas», por lo que insta a ser «más ágiles» y a actuar «con previsión».

A día de ayer, los pacientes que estaban ingresados en el Virgen Macarena ascendían a 726, por lo que, según Zabala, «todavía hay camas libres». Además, los picos de demanda de asistencia en las urgencias están descendiendo y, de hecho, no se ha dado orden de suspender intervenciones quirúrgicas para liberar camas. En cuanto a los tiempos de espera, la secretaria provincial de Satse confirmó que «se están reduciendo», aunque denunció que la noche del domingo al lunes, cuando las urgencias registraron la mayor demanda, había pacientes que esperaron más de 15 horas.

Por su parte, la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, confirmó que comparecerá en el Parlamento andaluz para informar de la oleada de casos de gripe, tal y como le reclamó el PP. No obstante, aseguró que dicha petición es «oportunista» porque «viene a tapar como la tinta del calamar el desastre de la privatización de la sanidad madrileña». En cuanto a los nombramientos de los nuevos gerentes de los hospitales –el del Virgen Macarena y Virgen del Rocío dimitió a raíz de la llegada del nuevo gerente del SAS, José Manuel Aranda–, señaló que se efectuarán antes del viernes y que estos puestos lo ocuparán «personas expertas».