Susana Díaz

Echa a andar el Gobierno que, según Díaz, es el «reflejo» de la calle

La consejera de Educación oficializa la salida del ministro Wert del Gobierno de Rajoy

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en foto de familia con los trece miembros del nuevo Gobierno andaluz
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en foto de familia con los trece miembros del nuevo Gobierno andaluzlarazon

Tras tres días de cocción, los trece miembros del Gobierno andaluz de la décima legislatura tomaron ayer posesión de sus cargos sin incidentes y con la guía de actuación marcada por su presidenta, Susana Díaz, antes de abandonar la pose: trabajo incesante, cercanía y diálogo.

La escenografía, armada en el Salón de los Espejos del palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, era lo minuciosa que marca el protocolo. Ante un magma de gente, unos 400 invitados, todos los nuevos miembros del Ejecutivo optaron por la fórmula de la promesa con una excepción: el titular de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el onubense José Fiscal, quien juró como Díaz el domingo. Dos fueron los protagonistas de las anécdotas de la jornada: Manuel Jiménez Barrios y José Sánchez Maldonado. El primero prometió dos veces seguidas, en su calidad de vicepresidente y de consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales. El segundo, consejero de Empleo, Empresa y Comercio, se trastabilló al mencionar el nombre de su actual cartera, que ya no incluye Economía, y prometió siguiendo las frases previstas para ello «como no podía ser de otra manera». Quiere «mitigar» las cifras del paro, en una comunidad que soporta una tasa del 33%, y se mostró convencido de que lo logrará.

Cumplido el ceremonial, tomó la palabra Díaz para aseverar que su recién estrenado equipo, el que lleva sólo su sello, es el «reflejo de la gente» que habita la comunidad, «distinta y plural». Con él pondrá la Administración al servicio de las necesidades de los ciudadanos «con rigor y austeridad». Y es que la bandera del Ejecutivo del «nuevo tiempo» será mantener la calidad de los servicios públicos sin olvidarse de la estabilidad presupuestaria. La presidenta apeló otra vez al diálogo en ausencia de los líderes de la oposición, como en su propia jura, salvo de IULV-CA, Antonio Maíllo, que sí acudió. Instó también a los flamantes consejeros a esforzarse a diario. «Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos, y si el trabajo es el reflejo del futuro que nos espera, estoy convencida de que vamos a poder conseguirlo», proclamó. Como en su toma de posesión hubo otras ausencias. El único ex presidente de la Junta presente fue José Rodríguez de la Borbolla y no hubo ningún representante del PP-A. Sí asistieron miembros de la Mesa del Parlamento de Podemos y Ciudadanos (C’s), además del presidente de la Cámara, el socialista Juan Pablo Durán. Compartieron también espacio tres de los consejeros salientes, María Jesús Serrano, Luciano Alonso y Elena Víboras; el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maetzu; alcaldes como el de Sevilla y Huelva, Juan Espadas y Gabriel Cruz, respectivamente; la presidenta del PSOE, Micaela Navarro; o el subdirector de Radio Televisión de Andalucía (RTVA), Joaquín Durán. A ellos se sumaron representantes de los agentes sociales como el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, o el secretario regional de CC OO, Francisco Carbonero, no así la líder de UGT en Andalucía, Carmen Castilla.

Ya en los habituales corrillos, la nueva consejera de Educación, Adelaida de la Calle, sufrió el «acecho» discreto de los periodistas por la polvareda que suscitó su nombramiento al ser la rectora que investigó al dirigente de Podemos Íñigo Errejón. De la Calle defendió que la Universidad de Málaga le abrió un expediente, que «no está cerrado y que sigue su trayectoria porque todos tenemos derecho a defendernos». «De hecho, –admitió– no hay conclusiones definitivas». Intentó zanjar la polémica, pero volvió a acaparar la atención mediática al oficializar la previsible salida del ministro José Ignacio Wert del Gobierno de Rajoy. Al ser preguntada si esperaba mantener una reunión con él, desveló que la había llamado el miércoles para felicitarla, si bien, no iban a tener oportunidad de encontrarse porque el ministro «estaba esperando a irse en esta semana».