Política

Elecciones andaluzas

Díaz retrata una Andalucía idealizada y «moderna» que no admite «insultos»

La presidenta dice llegar al 2D con los «deberes hechos» pero Sánchez promete un plan especial de empleo

La reunión del Comité Director del PSOE-A, acto en el que se proclamó a Susana Díaz como candidata a la presidencia de la Junta, se convirtió en el primer gran mitin de la campaña previa al 2 de diciembre / Ke-Imagen
La reunión del Comité Director del PSOE-A, acto en el que se proclamó a Susana Díaz como candidata a la presidencia de la Junta, se convirtió en el primer gran mitin de la campaña previa al 2 de diciembre / Ke-Imagenlarazon

La presidenta dice llegar al 2D con los «deberes hechos» pero Sánchez promete un plan especial de empleo

«No queremos que nadie crea que insultar a Andalucía es un regalo al PSOE-A», dijo ayer Susana Díaz. Pero para no quererlo, bien que lo va a explotar. La torpe comparación de la ex ministra Isabel García Tejerina para evaluar la educación en el país ha significado un empujón a la campaña en positivo que ha iniciado la presidenta. «Pedro, gracias por venir a hablar bien de Andalucía». Así recibió al presidente del Gobierno en el Comité Director que la proclamó candidata a la presidencia de la Junta en las elecciones del próximo 2 de diciembre de forma oficial. Besos, abrazos, continuas alusiones personales entre ambos líderes, ayer enemigos íntimos, y un discurso sesgado: «Gracias, Pedro, porque viene un presidente a mostrar respeto a esta tierra y demostrar que a este Gobierno de España le importa Andalucía. Eso es lo más importante que representa que estés aquí». La secretaria general de los socialistas andaluces dibujó ayer un escenario ideal de una Andalucía «moderna» que avanza pese a los «insultos» que recibe.

Ni el regreso al grupo de las regiones más pobres de la Unión Europea –con más de 800.000 personas en el paro–, ni la alargada sombra de la corrupción –agravada en las últimas fechas– ni siquiera el descontento generalizado con la sanidad o la educación públicas en la comunidad. La idiosincrasia andaluza es así. Si el andaluz se siente atacado, se revuelve y saca aún más pecho, más orgullo de lo propio. Quien mejor ha sabido interpretar ese sentimiento ha sido históricamente el PSOE andaluz. Ahí están los resultados electorales durante cuatro décadas. Y Susana Díaz maneja esas claves a la perfección. Cero autocrítica. «La derecha insulta y ofende a esta tierra desde el desconocimiento, la ignorancia y la mala fe»

«¿Sabes por qué nos insultan, Pedro? Porque no se sienten parte del avance de Andalucía, no han ayudado jamás a que nos vaya bien. Ése es el sentimiento que aflora», reiteró, erigiéndose en la defensora «dentro y fuera» de Andalucía y a la vez destacando que «los intereses de España» van da la mano.

Frente al uso de una «economía sin alma» que han hecho unos y a las «respuestas simplistas y populistas» de otros, Díaz apuesta por el sendero de la socialdemocracia, de una izquierda «moderada» que ella califica de «banda ancha». «La ciudadanía no nos quiere en el barrizal», añadió.

«Llegamos con los deberes hechos», dijo. Pura incongruencia porque minutos antes Pedro Sánchez prometía un plan especial de empleo para la comunidad en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE). Otro caramelo al votante que nada tiene que ver con el cambio del modelo productivo mil veces anunciado.

Quienes ven en Andalucía una gestión ineficaz y problemas endémicos son «unos cenizos» y «pregoneros del apocalipsis», según Díaz, que defiende un proyecto como el más «sólido y solvente» para seguir construyendo una Andalucía mejor». Aún así, la presidenta sabe que la mayorías absolutas hoy no existen, y que se barrunta un complejo marco de pactos tras el 2D. «El PSOE-A siempre ha tenido capacidad para gobernar con unos y con otros», indicó. Ya lo hizo con Izquierda Unida y también con Ciudadanos.

«El bloqueo es retroceso y estabilidad, avance. Fue la oposición la que adelantó la campaña de manera destructiva y tóxica para los intereses andaluces», criticó

«Cuando ganamos dicen que algo raro anda por atrás, pero es esa banda ancha la que permite al PSOE defender los derechos de los sindicatos y entenderse con la patronal». Díaz alabó el mantenimiento de políticas progresistas en plena crisis para «avanzar sin que nadie se quede atrás». Creación de empleo, récord de exportaciones, impulso a la dependencia, gratuidad de la universidad... Una Andalucía, «moderna», imparable al parecer, que una mayoría no comparte en su día a día, pero que se siente orgullosa siempre de su acento andaluz.