Dos de las principales demandas de C’s al PSOE, reducidas a un grupo de trabajo

La reforma de la Ley Electoral es una vieja reclamación de los grupos minoritarios, que denuncian el maltrato representativo de la normativa actual, regida por la ley D’Hont. Izquierda Unida lo ha pedido sin éxito históricamente. Sin embargo, ahora la bandera la enarbolan las nuevas formaciones. La Cámara autonómica aprobó ayer, con el voto a favor de todos los grupos salvo la abstención del PP, la creación de una mesa de trabajo para la reforma de la Ley Electoral. La iniciativa la llevó al Pleno Ciudadanos.

Esta exigencia es una de las 72 medidas pactadas con el PSOE para la investidura de Susana Díaz el pasado mes de junio. La oposición en cualquier caso recela del futuro de la medida, toda vez que el partido que lidera en Andalucía Juan Marín mantiene de momento en el cajón la Proposición de Ley que anunció el pasado 22 de enero y opta por un nuevo grupo de trabajo.

El éxito de los grupos de trabajo en la comunidad no está lejos del aserto atribuido a Napoleón: «Si quieres solucionar un problema, nombra un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión». Algunos de los asuntos más espinosos que afectan a los socios del Gobierno andaluz han seguido este camino. PSOE y Ciudadanos constituyeron una mesa de trabajo el pasado 12 de noviembre para la modulación del impuesto de Sucesiones y Donaciones. Esta rebaja impositiva era uno de los estandartes económicos de corte liberal del partido de Rivera, que hacía una propuesta de máximos: las herencias de hasta un millón de euros debían estar exentas de tributación. Hasta ahora PSOE y C’s no han llevado la mesa de trabajo que acumula casi cuatro meses a ningún puerto conocido. La Junta consiguió aprobar los Presupuestos con el apoyo de Ciudadanos sin que esta reclamación se tuviera en cuenta.

La pasada legislatura también se constituyó una mesa de trabajo para la reforma de la Ley Electoral. La iniciativa partió de IU. Era una de las condiciones del pacto de Gobierno compartido. Quedó en nada. Como quedaron en nada las mesas de trabajo para la banca pública o sobre la renta básica, también impulsadas por Izquierda Unida. Mucho se habló asimismo en la VIII legislatura sobre la convergencia educativa. Se creó otra mesa de trabajo. Y poco más se supo.

Partido Popular, Podemos e IU –por su intensidad, en este orden– desconfiaron de la creación de la mesa de trabajo. La portavoz parlamentaria del Partido Popular, Carmen Crespo, habló directamente de una «estrategia dilatoria». «Podrían haber traído una Proposición de Ley, pero todo lo que debilita el pacto de gobierno lo llevan a una mesa de trabajo», afeó al diputado de Ciudadanos Julio Díaz. En la misma línea Juan Moreno Yagüe (Podemos) se mostró también «sorprendido» por el cariz de la iniciativa presentada, que no presiona al Ejecutivo ni activa el proceso legislativo.

Julio Díaz, de hecho, no lo tuvo fácil para encontrar la coartada explicativa, ya que el propio Juan Marín anunció en rueda de prensa a finales de enero la presentación de la Proposición de Ley para pisar el acelerador de una reforma que consideran prioritaria. En su turno de cierre, el diputado de la formación naranja esgrimió, dirigiéndose a Podemos, los folios impresos de la Proposición de Ley. «Está escrita pero no la hemos presentado porque queremos pasar de una negociación bilateral a una multilateral».

Los dos partidos más afectados por la reforma que propone Ciudadanos son PP y PSOE. Según los datos que ofreció en enero C’s, el Partido Socialista y el Partido Popular hubieran perdido seis escaños cada uno en las últimas elecciones autonómicas, mientras que Ciudadanos hubiera pasado de 9 a 12, Podemos de 15 a 18 e IU de 5 a 9. La propuesta se basa en que cada provincia tenga un mínimo de 5 diputados en liza –en lugar de los 7 actuales–. Los otros 67 –el Parlamento tiene 109– se repartirían por circunscripción única, en función de los votos en el conjunto del territorio. Se evitarían situaciones como el hecho de que IU obtuviera en las últimas generales 256.080 votos. Sin embargo, no cosechó ningún escaño. C’s también perdió 72.000 votos en las provincias de Jaén y Huelva en las generales.

Para el Partido Popular la ley D’Hont se rige por el principio básico de la estabilidad. Censuró que la reforma legislativa no se preocupe de los inmigrantes y perjudique a provincias como Almería y Huelva.

Díaz hace novillos en la sesión plenaria

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, dejó su escaño vacío durante buena parte de la sesión plenaria. El miércoles se midió con el resto de líderes políticos en el debate vespertino sobre el estado de la comunidad. Un debate que, por cierto, se celebró con retraso. Ayer, sin embargo, Díaz hizo mutis por el foro. En el último Pleno ordinario, la jefa del Ejecutivo reprochó al presidente del PP-A que dijera en una ocasión que el Parlamento «luce lo que luce». Moreno ha reconocido que se equivocó con sus palabras. Díaz demostró ayer, con hechos, un apego relativo por la sede de la soberanía andaluza.