Ecologistas pide al presidente del CSIC que tenga la «vergüenza» de dimitir

El responsable de Minería en Ecologistas en Acción-Andalucía, Antonio Ramos, ha pedido por carta al presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora Tamayo, que tenga «la vergüenza profesional de dimitir».

En el escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, el histórico activista menciona la reciente destitución del ex director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Juan José Negro, para plantear que éste se deba a la «irresistible actitud de censura y control ante la posición de científicos con criterios profesionales diferentes a la lealtad al régimen» que Lora representa, a juicio de la organización «verde». Para apoyar su tesis, Ramos enumera en su misiva el «currículo de ceses» que se han sucedido en los últimos meses y que pasan por la salida «disfrazada de dimisión» del «director del Zaidín, en Granada –José Manuel Palma Martínez–» y «el amaño posterior de elecciones» o del «mismísimo vicepresidente del CSIC –Antonio Figueras– y todo su equipo».

A ello suma la «elección» por parte del presidente del CSIC «del candidato menos votado en claustro en el Instituto de la Grasa de Sevilla», el «cese fulminante del director científico del Observatorio Astrofísico de Calar Alto –David Galadí–» o el de «Manuel de León, director del Instituto de Ciencias Matemáticas» , el pasado verano. Y hay más. Hace unos meses dimitió también la directora del Centro Nacional de Biotecnología y fue suspendido en sus funciones el que fuera director del «ex centro más grande de humanidades del CSIC, Eduardo Manzano». Por último, los ecologistas incluyen en la hilera de movimientos la «petición no conseguida de cese por parte de Lora Tamayo para el director del Centro de Física Teórica, Carlos Muñoz», que no se logró, según explican, porque «sólo le podía cesar un rector y no lo hizo».

En opinión de Ramos, el listado enumerado demuestra que «la ciencia en España está en manos de un señor de escasas publicaciones científicas, sobre todo, en medios internacionales, que, en gran medida, se dedica a, expresado en forma coloquial, cortar cabezas de científicos, que están al frente de instituciones de alto reconocimiento internacional», censura. «Científicos –remata– que en su día fueron nombrados por los claustros de los centros en los que trabajan». Desde esa convicción, el responsable de Ecologistas no duda en pedir al presidente del Consejo Superior que dimita.

En concreto la destitución de Negro, quien cobró actualidad mediática al ser llamado a declarar como testigo en el proceso judicial que investiga la adjudicación de la mima de Aznalcóllar (Sevilla), fue acogida con «inquietud» por parte de los propios investigadores de la EBD y de las asociaciones como WWF, SEO/Birdlife y Ecologistas en Acción, que trabajan en el espacio protegido andaluz. Ramos lo tiene claro y así se lo transmitió a este periódico: detrás de la decisión de mover a Negro de su puesto «hay motivos políticos».