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El Ayuntamiento de Sevilla cambia la Junta por el Gobierno para confrontar

Díaz y Espadas exigen que el Ejecutivo se implique en el metro y el dragado

La presidenta de la Junta firma en el libro de honor del Ayuntamiento sevillano en presencia del alcalde
La presidenta de la Junta firma en el libro de honor del Ayuntamiento sevillano en presencia del alcaldelarazon

Tras las elecciones municipales cambiaron las caras, aunque las estrategias parece que siguen siendo muy similares. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, tuvieron ayer su primera reunión institucional como muestra del «nuevo tiempo de colaboración» que se abre ahora entre dos administraciones del mismo color político. Ambos dirigentes escenificaron el «fin de la confrontación», que «sólo ha creado efectos adversos, mientras que ahora se abre una nueva etapa en la que van a primar los intereses de la ciudad», tal y como apuntó Espadas.

El anterior mandato municipal estuvo marcado por el constante enfrentamiento entre el ex regidor, el popular Juan Ignacio Zoido, y la Junta. Pero ahora el Ayuntamiento sevillano, lejos de desterrar la hostilidad entre administraciones, cambia de enemigo: el Gobierno central. Al menos así se desprende de las valoraciones que realizaron ayer Díaz y Espadas tras su encuentro, que duró algo más de una hora y en el que desbloquearon ya algunos asuntos. Uno de los proyectos en los que se evidenció la pugna contra el Ejecutivo de Rajoy es el metro. En los últimos años, la Junta se ha empeñado en negar la construcción de las restantes líneas aduciendo «falta de disponibilidad presupuestaria». Ahora, la iniciativa sale de su letargo y cobra un nuevo impulso, aunque Díaz dejó claro que se pedirá la colaboración del Gobierno central, «al igual que ha pasado con otros metros». Un apoyo que calificó de «imprescindible y necesario». Por su parte, Espadas reprochó a Zoido la «falta de concreción» en este asunto, por lo que anunció que «próximamente definiremos el proyecto y el modelo de financiación», en el que entrarían, aparte del Estado, el Banco Europeo de Inversiones y la iniciativa privada.

El dragado del Guadalquivir es otro motivo para la confrontación. En este sentido, Díaz afeó al Gobierno central que todavía no se haya pronunciado sobre este asunto, al tiempo que recordó la sentencia en contra del Tribunal Supremo y la negativa de la Unesco. «A día de hoy no tenemos ninguna notificación», subrayó, además de remarcar que «será el propio Gobierno de España, que fue el impulsor, el que tendrá que decirnos de qué manera se puede hacer viable ese proyecto», al tiempo que reclamó «diálogo al más alto nivel».

Por lo demás, Díaz anunció que la Junta dará luz verde al traslado de la Escuela Politécnica Superior al barrio de los Bermejales, lo que permitirá que las antiguas instalaciones de Los Remedios tengan usos públicos. «Así daremos más calidad a los estudiantes», aseguró. La rehabilitación de las Atarazanas es otra prioridad para la Junta y el Ayuntamiento, administración que «debe incorporarse a la iniciativa aportando», remarcó la presidenta. En los próximos días, el alcalde y la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, se reunirán para cerrar la fórmula de colaboración, «bien como patronato o como fundación». Para Díaz éste es un proyecto «importante» porque «somos puerta de América», aunque en la actualidad se encuentra en una fase «embrionaria». El encuentro también sirvió para poner sobre la mesa diferentes medidas en torno al problema de la vivienda, centradas en la rehabilitación, al igual que los servicios sociales y los planes de empleo.