Déficit público

El bipartito, satisfecho tras desviarse en 700 millones del objetivo de déficit

Aguayo califica el dato de «magnífico resultado» y no ve necesarios nuevos ajustes

El bipartito, satisfecho tras desviarse en 700 millones del objetivo de déficit
El bipartito, satisfecho tras desviarse en 700 millones del objetivo de déficitlarazon

Gobierno y Junta cumplieron su parte y ninguno adelantó antes de lo previsto la cifra de déficit con la que Andalucía cerró el ejercicio 2012. La comunicación oficial se produjo ayer, prácticamente a la misma hora que iba a comenzar el acto institucional de entrega de las distinciones de Hijo Predilecto y Medallas de Andalucía.

Gobierno y Junta cumplieron su parte y ninguno adelantó antes de lo previsto la cifra de déficit con la que Andalucía cerró el ejercicio 2012. La comunicación oficial se produjo ayer, prácticamente a la misma hora que iba a comenzar el acto institucional de entrega de las distinciones de Hijo Predilecto y Medallas de Andalucía en el Teatro de la Maestranza de Sevilla: un 2,02 por ciento del PIB, 0,52 puntos más del objetivo fijado para las comunidades autónomas.

Cada décima de desviación equivale a algo más de 140 millones de euros. El resultado final, por tanto, supera los 700 millones. Es el descuadre –según el tope pactado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera– con el que cerró el ejercicio la Administración andaluza.

Sin embargo, la Junta confía en que esa desviación no suponga un nuevo plan de ajuste –en la práctica, nuevos recortes–. Esgrime que el resultado entra dentro de lo previsto y que es una muestra del esfuerzo y lealtad institucional –pese a las discrepancias– con la que el Ejecutivo andaluz desarrolla la consolidación fiscal impuesta por la Unión Europea.

Por si acaso, la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo aseguró ayer que se trata de un «magnífico resultado, que nos alienta para seguir trabajando como hasta ahora por nuestro propio camino».

La visión triunfalista de la responsable de las cuentas públicas andaluzas se completó con el recurso al eslogan habitual del bipartito: «Vamos a seguir profundizando en el camino que tenemos marcado para contribuir a la estabilidad y a la sostenibilidad de los servicios públicos sin privatizar, sin recortar prestaciones ni derechos a los ciudadanos y sin hacer despidos masivos de trabajadores», dijo.

La Junta, además, confía en que Bruselas flexibilice el proceso de ajuste fiscal en los próximos meses y que repercuta en las comunidades autónomas. El objetivo para este ejercicio presupuestario es que las regiones no cierren con un déficit superior al 0,7 por ciento. Con ese criterio se ha aprobado el Presupuesto autonómico de este año, pero existe confianza en que el techo se amplíe.

Es el segundo año consecutivo que la Junta incumple el objetivo de déficit previsto y se queda por encima de la media nacional. En 2011, el porcentaje alcanzó el 3,22 por ciento, mientras que la media del resto de comunidades autónomas fue del 2,94 por ciento. Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Hacienda, la media en 2012 fue del 1,73 por ciento.

Sin embargo, la interpretación de la Junta es otra. En un año, ha pasado del 3,22 al 2,02, es decir, 1,2 puntos menos: ha bajado la cifra de déficit un 37 por ciento, «cerca de 2.000 millones» en palabras de Aguayo.

Griñán también recurrió a las estadísticas para minimizar el desvío del objetivo y repitió que el déficit andaluz por habitante «es bastante inferior a la media nacional», argumento respaldado por el Banco de España.

La receta para el Gobierno andaluz no variará con este dato. Hay dos comunidades autónomas que superan ampliamente el déficit del resto, como Valencia y Murcia. Las dos, gobernadas del PP, servirán a la Junta como coartada cada vez que se le reproche no cumplir con el objetivo.

Políticamente, a este mensaje sumará otro: el Gobierno discrimina a Andalucía, lo que «explica» las dificultades de la Junta. El reparto del Fondo de Liquidez Autonómico o el desigual reparto del objetivo entre la administración central y las comunidades autónomas seguirá estando en la agenda.

Y, por último, el bipartito recalcará que el camino de la estabilidad no es el adecuado para salir de la crisis. «Nuestro problema es de ingresos, no de gastos», recalcó Aguayo.