Toros

Toros

El Espartero

Manuel García Cuesta, “El Espartero”
Manuel García Cuesta, “El Espartero”larazon

Se llamaba Manuel García Cuesta y cuentan que nació en la sevillanísima Plaza de La Alfafa. Su familia regentaba una alpargatería. De ahí su apodo: “El Espartero”. Desde muy joven asombraba a todos por su enorme valor, en sus comienzos en distintas cuadrillas toreras. Tomó la alternativa en Sevilla en 1885 de manos de Antonio Carmona “El Gordito”, y su fama se disparó. Era introvertido, rumboso y solidario con los más necesitados. Partió de Córdoba, para torear aquel 27 de mayo de 1894 en la antigua Plaza de toros de la carretera de Aragón de Madrid. El primer toro, de nombre “Perdigón”, con el hierro de Miura, de pelo colorao, le quitó la vida, después de una cornada mortal a los veintinueve años de edad. Vivió una hermosa historia de amor con la ganadera Celsa Fontfrede, viuda de Concha y Sierra. Además de su descomunal valor y de sus frases célebres (”más cornás da el hambre”) tenía costumbre de empezar algunas de sus faenas con la muleta plegada, suerte que heredaría Pepe Luis Vázquez con el “cartucho de pescao”. Rivalizó y tuvo gran amistad con “Guerrita”, quien le pidió que no fuera a torear la fatídica tarde en Madrid. En la Casa de las Dueñas, se conservaba el chalequillo, verde y oro, de su última corrida. Hoy, se cumplen 125 años de la muerte de aquel genial torero. Entre su descendencia, destaca la saga de los Pareja-obregón. Su nombre quedó inmortalizado en coplas y poemas: “Los toritos de Miura/ ya no tienen miedo a nada/ porque ha muerto El Espartero/ el mejor que los mataba”. O en el famoso romance del poeta Fernando Villalón. O Bergamín:”La tarde que mataron/ al Espartero,/ Belmonte, que era un niño/ Se quedó quieto”. Gloria eterna a Maolillo, Manuel García y Cuesta, El Espartero.