Málaga

El irlandés Sean Scully reflexiona sobre la paternidad en el CAC de Málaga

El museo presentó “Eleuther”, una vuelta a la figuración después de 50 años de abstracismo

El pintor irlandés Sean Scully durante la presentación de su última serie / Foto: Efe
El pintor irlandés Sean Scully durante la presentación de su última serie / Foto: Efelarazon

El museo presentó “Eleuther”, una vuelta a la figuración después de 50 años de abstracismo

El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga reabrió ayer sus puertas con la exposición «Eleuthera», la última serie del artista irlandés Sean Scully, que muestra el regreso del artista a la figuración y las diversas perspectivas artísticas de la abstracción mediante las pinceladas del artista, compuesta por más de cuarenta obras entre pinturas, fotografías y dibujos, la mayoría de ellas de gran formato.

Comisariada por Elisabeth Dutz y Helena Juncosa, el autor invita a reflexionar sobre la libertad en la creación de imágenes cotidianas y sobre el papel de la paternidad, centrándose en la interpretación del retrato de un niño esbozando la silueta de su hijo Oisín.

Scully, reivindicó ayer en la sede de la pinacoteca durante la presentación de la muestra que «vivimos en la era del arte más grande de la humanidad hasta ahora» siendo el arte «más poderoso, más influyente que nunca en la historia del arte».

No en vano «Eleuthera» es el regreso del pintor a la figuración después de cincuenta años de producción enfocada a pinturas principalmente abstractas y expresionistas, con trabajos que se caracterizan por la utilización de formas geométricas y una paleta colorida cuyo equilibrio deriva únicamente de la intuición y no de la construcción racional. Y es que la obra de Scully pronto se declinó por la abstracción y el arte geométrico bajo la influencia del expresionismo abstracto.

Origen

El título de la muestra proviene de la palabra griega en su forma femenina «Eleutheros» que significa libertad y además da nombre a una de las islas del archipiélago de las Bahamas, donde el artista suele disfrutar de sus vacaciones con su familia. Es, además, una interpretación contemporánea del retrato de un niño en la modalidad de pintura figurativa.

El origen de las pinturas comienza con la captura de fotografías del artista a su hijo y su mujer en una playa de las Bahamas mientras este juega en la arena. Al revisarlas en su terminal el autor reflexiona sobre la falta de emociones que le trasmiten y decide realizar unos bocetos a rotulador que plasmen esas emociones, posteriormente decide recrearlas otorgándoles color para completar la obra.

Las 6 series de fotografías recrean las diversas escenas cotidianas que se pueden dar en una jornada playera, el artista reflexiona sobre la infancia.

Sus 9 dibujos realizados en rotulador sobre papel en blanco y negro plasman sus ideas de una manera rápida y precisa en tono monocromático intentando captar la emoción o sentimiento del momento.

Las 22 pinturas y tríptico están realizadas sobre aluminio, un soporte que no absorbe la pintura, por ello, en la superficie de la imagen se observan pinceladas ásperas de diversos colores revelando en ocasiones al espectador el soporte.