El presidente de la Cámara rompe la neutralidad y se enzarza con Moreno

El líder del PP-A a Díaz: «Si tiene valor envíe todos los expedientes de formación»

La presidenta de la Junta y el máximo dirigente del PP-A se enzarzaron en un debate bronco sobre la situación de la Justicia en la comunidad, que acabó desbordándose y extendiéndose, como era previsible, a otros asuntos como la reprobación del consejero Emilio de Llera, los casos judiciales que salpican al Gobierno andaluz y los que afectan al Partido Popular.

El cuerpo a cuerpo llegó al final. Susana Díaz apuró su último turno con una alusión a un encausado en la trama Gürtel quien según dijo habría supuestamente contactado con Juanma Moreno, «como hombre de confianza de Soraya Sáenz de Santamaría», para interesarse por las irregularidades en torno a Bárcenas. Moreno pidió la palabra por alusiones personales. El presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán –secretario general del PSOE de Córdoba– se la dio pero a regañadientes. «Me parece increíble esta actitud. Va a tener un minuto de reloj». El presidente del PP-A aprovechó el «minuto de reloj» para llamar «cobarde» a Díaz por sus «infundios» y la instó a que si tiene «valentía» empiece por «enviar a la Cámara todos los expedientes de formación, empezando por el del señor Moriche». José María Moriche es el marido de la presidenta andaluza. Su nombre ha salido al paso en el escándalo de la formación porque trabajó para Ifes, un organismo de UGT dedicado a impartir cursos y que recibió numerosas subvenciones que presentan irregularidades.

La primera réplica no la dio Díaz sino el presidente de la Cámara, que acusó a Moreno de abusar de su «benevolencia». A pesar de que no percibió ninguna alusión personal, «conticoneso» (sic) –dijo Durán– le dio un turno que usó irregularmente como contrarréplica.

El minuto adicional concedido a Díaz se extendió con bondadoso metraje para enfado de toda la bancada popular. Susana Díaz repitió una de sus frases de cabecera: «Lo que entra en mi casa lo conoce todo el mundo», y acusó al presidente del PP andaluz de tener «el puño de acero y la mandíbula de cristal».