Dos Hermanas

El PSOE-A ya habla del «Gobierno amigo» de Sánchez

Los socialistas modulan su discurso, garantizan su apoyo y apelan al «diálogo»

La presidenta andaluza, Susana Díaz asistió ayer a la firma en Sevilla de un convenio para la sensibilización y defensa de los derechos y la imagen social de las personas con problemas de salud mental (Foto: Efe)
La presidenta andaluza, Susana Díaz asistió ayer a la firma en Sevilla de un convenio para la sensibilización y defensa de los derechos y la imagen social de las personas con problemas de salud mental (Foto: Efe)larazon

Los socialistas modulan su discurso, garantizan su apoyo y apelan al «diálogo»

La Junta de Andalucía y el PSOE andaluz no pueden cambiar de la noche a la mañana la agenda de exigencias al Gobierno central, pero sí tendrán que modular su discurso en las próximas semanas. De momento, los socialistas andaluces han pasado de denunciar el «maltrato» de Rajoy a la comunidad a celebrar la llegada de un «Gobierno amigo en España» al Palacio de la Moncloa, expresión utilizada ayer por el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo.

Susana Díaz deberá conjugar las exigencias al Gobierno central como presidenta de la Junta de Andalucía con la necesidad de no aparecer públicamente como oposición interna a Sánchez. Ése es su reto más cercano. Y no lo tendrá fácil. Hasta la fecha, cualquier problema que existía en la comunidad tenía un único responsable: el Gobierno central. El asunto era secundario. El argumento valía para la falta de inversiones públicas, los problemas en la aplicación de la ley de dependencia, los recortes en sanidad o educación, la falta de convocatorias de empleo público o el retraso en el arreglo de las playas después de los temporales de lluvia y viento de este año. Ahora ya no será así, de ahí que hasta que se conforme el nuevo Ejecutivo desde el PSOE andaluz se apele al «diálogo» como vehículo más eficaz para alcanzar acuerdos.

«Se abre la puerta a un tiempo de cambio y esperanza para España y Andalucía, que va a significar corregir la hoja de ruta terrible en derechos sociales, civiles y laborales del Gobierno del PP», apuntó Cornejo.

De momento, tampoco existen exigencias explícitas de cara a la conformación del nuevo Ejecutivo. La estrategia es la misma que el PSOE andaluz siguió con Pedro Sánchez cuando éste ganó las primarias a Díaz y le tocó formar su nueva Ejecutiva. La diferencia es que tener un ministro o ministra con cierta afinidad es importante. El «número dos» del PSOE insistió en que el nuevo presidente del Gobierno «es libre para elegir su equipo» aunque recalcó que en Andalucía siempre ha habido «muy buena inteligencia y materia gris».

Desde el «sanchismo» en Andalucía también se apela al entendimiento. Una de las personas que más se ha señalado por su apoyo a Sánchez cuando decidió presentarse a las primarias es el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano. A su juicio, existirá un «diálogo fluido» con la Junta de Andalucía y «van a funcionar las relaciones y va a existir esa sensibilidad del Gobierno central hacia nuestra tierra», pronosticó en declaraciones en la Cadena Ser.

Por su parte, la patronal andaluza, que hace apenas unas semanas visitó al ministro de Fomento para reclamarle más inversiones, también se adapta con rapidez al nuevo escenario político. El presidente de la CEA, Javier González de Lara, se mostró confiado en la «sensatez» de Sánchez y Díaz para una relación «cordial y estable», pues «agua pasada no mueve molinos».

En el otro lado de esta estrategia que ejecutará el PSOE-A se encuentran los partidos de la oposición en Andalucía, que fiscalizarán la actitud que tome la Junta con el Gobierno de España. El PP, Podemos e IU ya han advertido que reclamarán a Díaz que mantenga el listón de las exigencias que situó tan alto con Rajoy.