Política

Elecciones generales

«El PSOE o la involución», la consigna para llamar al voto

Sánchez recala en Sevilla con un mensaje contra «las derechas», junto a una Susana Díaz exaltada que volvió a reivindicar su victoria electoral

Pedro Sánchez, Susana Díaz y Josep Borrell saludan a los asistentes al inicio del acto electoral que su partido celebra hoy en Sevilla / Fotos: La Razón
Pedro Sánchez, Susana Díaz y Josep Borrell saludan a los asistentes al inicio del acto electoral que su partido celebra hoy en Sevilla / Fotos: La Razónlarazon

Sánchez recala en Sevilla con un mensaje contra «las derechas», junto a una Susana Díaz exaltada que volvió a reivindicar su victoria electoral

“Si no queremos involución, movilización el próximo 28 de abril”. Ese es el mensaje central sobre el que ha girado el acto del PSOE celebrado hoy en Sevilla. Entre gritos de “presidente, presidente” arrancó Pedro Sánchez. Fue el último en intervenir y aguardaba en primera fila sentado junto a la secretaria general de los socialistas andaluces. Esta vez aparcaron su crisis personal y sí la nombró, fue lo primero que hizo –dos veces-: “Es emocionante compartir con Susana, con Espadas y con Borrell”, comenzó, definiendo al candidato a las europeas como “una referencia socialista”.

“Con 84 diputados y diez meses hemos hecho que España ponga rumbo a la Justicia social. ¿Os imagináis si en vez 84 parlamentarios tenemos muchos más, lo que podemos hacer con este país?”, preguntó entre aplausos. “Para eso tenemos que ir a votar”, repetían una y otra vez los cuatro protagonistas. Y Sánchez se centró en los convencidos, en quienes votaban socialista y han dejado de hacerlo y también en quienes “nunca nos han votado y cuando me ven a mí piensan: ‘este hombre no es mi candidato preferido’”, pero no encuentran otro proyecto mejor en la derecha.

Durante su discurso, citó tres retos: la desigualdad social, la convivencia y atajar los casos de corrupción del pasado. “Y el único Gobierno que puede resolver esos tres desafíos es el PSOE. Nos estamos jugando si queremos avanzar hacia el futuro o retroceder”, remarcó, citando a continuación “a esos tres que se hicieron la foto en Colón y simbolizan el bloque de la involución”. “Aspiramos a representar a buena gente, gente que no espía, gente que no roba”. Desgranó su proyecto de España para eliminar la desigualdad, la brecha salarial entre hombres y mujeres, garantizar la dignidad de los mayores y las oportunidades para los jóvenes, rememorando sus “logros” en el Gobierno.

A quienes le acusan de “anticonstiucionalista” les recordó su defensa de la Carta Magna, “aunque algunos artículos nos gustan más que otros, Pepe”, dijo dirigiéndose a Borrell. Sánchez evocó la moción de censura que presentó el año pasado contra Mariano Rajoy y recordó que muchos partidos les apoyaron y Cs votó en contra. “Y nos dicen a nosotros que pactamos con independentistas”, ironizó, calificando de “absurda” la acusación. “Hemos dialogado con todas la fuerzas políticas, siempre dentro de la Constitución y de la legalidad –admitió-. Cuando nos han planteado cuestiones que trascendían esa legalidad, hemos hecho lo que ha hecho siempre el PSOE: apoyar el constitucionalismo”, remarcó. “Si tenemos elecciones el próximo 28 de abril es simplemente porque los independentistas y la derecha tumbaron unos Presupuestos que eran sociales”. Acusó a “la derecha española” de ser “desleal, no con el Gobierno, si no con los españoles”.

Al referirse al conflicto catalán contundente: “La independencia en Cataluña no se va a producir porque los catalanes no quieren la independencia de España. El problema en Cataluña se llama convivencia”. Por ello, conminó a los políticos catalanes a que “sean valientes y díganle a la gente que les han engañado porque la independencia en Cataluña no es posible”. En este sentido, reivindicó los valores de la república francesa -libertad, igualdad y fraternidad- para forjar una España “donde cabemos todos”.

El acto comenzó con casi media hora de retraso. No fue hasta pasadas las 12.20 cuando hicieron su entrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla el presidente del Gobierno, seguido del alcalde de la ciudad, la secretaria general del PSOE-A y el cabeza de lista socialista a las europeas. Unas 1.200 personas, según la organización, les esperaban dentro. Entre ellos, muchos nombres del socialismo andaluz: exconsejeros de la Junta como Sonia Gaya, Miguel Ángel Vázquez, Francisco Javier Fernández o María Jesús Serrano e históricos como el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, el exalcalde de Sevilla Alfredo Sánchez Monteseirín o el presidente de la Diputación sevillana, Fernando Rodríguez Villalobos. En primera fila esperaban también las apuestas personales de Sánchez, María Jesús Montero y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, números 1 y 2, respectivamente, de la lista por Sevilla al Congreso, cuya elección supuso una nueva crisis entre las direcciones federal y regional.

“Moltes gracies”, comenzó el candidato catalán, con un guiño a los inmigrantes. “A Cataluña la han hecho también millones de andaluces –señaló-. Y yo les vi llegar cuando era un niño en un pueblecito del Pirineo, con el hambre pintada en la cara. Esa gente hizo mi país”. Eran unos “charnegos”, los llamaban de forma despectiva. Ya están fundidos en la sociedad catalana, pero vuelve a aparecer esa atroz división entre los que son de aquí y de allá –lamentó-. Nadie tiene que irse de ninguna parte”, mantuvo para introducir su historia personal como hijo de emigrantes. Contra la ola xenófoba que recorre Europa clamó: ”Ese es un mensaje imposible”.

Borrell –sentado en primera fila junto a Cristina Narbona y la ministra Montero- se extendió en su intervención, más pausado que sus compañeros, explicando que la esencia del proyecto europeo es “compartir la soberanía entre todos”. “¿De verdad creéis que cualquier europeo solo puede enfrentarse a la globalización?”, lanzó. Puso el pleito con Boeing –que acusaba a Europa de subvencionar a Airbus favoreciendo la competencia desleal- como ejemplo de la colaboración europea para “ganar batallas” a los gigantes del resto del mundo.

“Las próximas elecciones son existenciales porque dibujan un escenario de sí o no entre caminos radicalmente distintos y uno de ellos muy peligroso, vaticinó. “Yo había presumido en Europa de que no teníamos ultraderecha y ahora resulta que sí, que la tenemos, que estaba escondida y ha encontrado la forma de aparecer con un lenguaje que se parece al de Queipo de Llano y Millán Astray”. Y concluyó: “Es muy fácil volver marcha atrás en la historia”.

El catalán cerrócon una puya a Puigdemont: “Machado sí era un exiliado y no otros”. “El mundo está boca abajo y hay que volver a ponerlo cabeza arriba”, asegurando que “la unidad de España no se defiende a golpes de 155”, criticó.

A Díaz –quien se encargó de darle paso- le dedicó un “por cierto, no te había escuchado nunca un mitin y hay que ver el nervio que tienes”. Y es que la líder socialista estaba especialmente exaltada ayer. “Que se vaya preparando la derecha”, comenzó la expresidenta de la Junta, remarcando que Sevilla es “el corazón que bombea socialismo a toda España”. “En estas elecciones son fundamentales la movilización, la ilusión, casa a casa, barrio a barrio explicando lo que nos jugamos. Porque no es igual que gobierne la izquierda o la derecha. Hay que ir a votar para parar la derecha”, lanzó. “Porque Andalucía no se acostó una noche y se levantó de derechas, no es cierto, Andalucía sigue siendo de izquierdas y el 2 de diciembre volvimos a ganar las elecciones y se tuvieron que juntar tres partidos para echarnos. Si queréis volveré a presentar la presidenta de Andalucía”.

Al presidente andaluz, Juanma Moreno, le propinó un golpe directo: “Eres presidente porque han querido los niños de Abascal, la extrema derecha, la ultra derecha”. Su discurso fue subiendo de tono: “Esta derecha pensaba hacerse el muerto hasta el 26 de mayo. Esperaban no hacer nada para que la gente no se movilizara. Creían que podían pasar los primeros meses en San Telmo con un Gobierno trifachito, formado por los tres trillizos de Aznar”.

“El primer partido, el 28 de abril, vamos a ganar bien para que tengamos un Gobierno socialista que no dependa de nadie. El segundo partido, el 26 de mayo, vamos a ganar bien para que tengamos alcaldes socialistas en todas nuestras comarcas”. Y avisó, como después harían sus compañeros de partido: “Hay que ir a votar”.

El acto lo abrió el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, comentando que “solo estoy hoy aquí para calentar el ambiente”. Habló de los riesgos que “las derechas se juntan y nosotros estamos solos” para acabar vaticinando que “en Sevilla vamos a ganar las tres elecciones. Sevilla seguirá siendo lo que siempre ha sido el bastión de los socialistas”´.