El PSOE retrasa a 2017 el compromiso de C’s de rebajar el impuesto de Sucesiones

Las enmiendas a la totalidad del Proyecto de Presupuestos para 2016 presentadas por PP, Podemos e IU en el Parlamento cayeron (53 votos a favor, 55 en contra) en virtud del acuerdo de Gobierno entre PSOE y C’s. El debate en el Parlamento sobre las cuentas públicas evidenció la hoja de ruta del partido de Susana Díaz, ausente durante la intervención de su consejera de Hacienda y a quien el PP retó a defender las cuentas en el debate de la totalidad. El PSOE, como ya hizo con IU y la banca pública, retrasa una medida que le incomoda con la creación de un grupo de trabajo, esta vez para abordar la modificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones. El PSOE se garantiza la aprobación de las cuentas y coloca en un limbo temporal la pretensión de C’s.

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, habló de aplicar las «mejoras para 2017». El líder de C’s, Juan Marín, en una encuentro con LA RAZÓN ya aseguró que tratará de incorporar la modificación del impuesto a través de una modificación presupuestaria este ejercicio y ayer incidió en ello. A escala nacional, el partido de Albert Rivera aboga por armonizar la tasa y que las herencias de hasta un millón no tengan que tributar.

Montero volvió a desgranar las líneas básicas de un Presupuesto de 31.285 millones y habló de unas cuentas dentro de «una nueva etapa del ciclo económico», con «una política fiscal que permita el blindaje de los servicios, el desarrollo económico y la creación de empleo». Un argumento para justificar que «es posible plantear una bajada de impuestos», aunque se trate de una imposición de C’s para apoyar la investidura. La otra medida impuesta es la bajada del impuesto sobre hidrocarburos. La tercera, el tributo a las sucesiones, el PSOE trata de atrasarla a 2017. El portavoz del grupo parlamentario de C’s, Juan Marín, anunció que su formación pidió ayer al PSOE-A que el grupo de trabajo sobre la reducción y armonización del impuesto de Sucesiones y Donaciones se constituya «en unos 10 o 15 días». Marín, en su intervención en el Pleno, criticó la ausencia de Susana Díaz en el estrado: «Llevo 5 horas y 23 minutos esperando para hablar y no me he movido ni un minuto, no como otros». El líder de C’s explicó que es necesario que se empiece a debatir sobre esta cuestión para que durante 2016 pueda haber una reducción de este impuesto y aseguró que su grupo estará «abierto» a las propuestas que quieran formular el resto de partidos. Por parte de C’s, participarán en el grupo de trabajo el diputado Carlos Hernández y un asesor económico. Según la formación naranja, la Junta ingresó por este impuesto 326 millones en 2014. Tras apuntar que la intención de su formación es que los andaluces puedan pagar menos por este impuesto e incluso que no paguen por algunos tramos ya en 2016, el presidente de C’s dijo ser consciente que durante los trabajos con el PSOE-A «ambas formaciones tendrán que ceder». En el debate de ayer, Montero adelantó que en el grupo de trabajo que se constituirá «de inmediato» se tratarán de «corregir algunos elementos». También recordó que este tributo «forma parte de la financiación de las CC AA» y en Andalucía supone 350 millones.

El líder del PP-A, Juanma Moreno, criticó unas cuentas «sin maquillaje ni Photoshop» y que muestran que el PSOE «no tiene un proyecto para mejorar Andalucía». Se trata, dijo Moreno, de «un armazón contable con un solo objetivo: perpetuar en el poder al PSOE». «Es el Presupuesto de regreso al pasado, de Chaves y de Griñán. En el socialismo andaluz todo cambia para que nada cambie», indicó. El PP incidió en que las cuentas maltratan a dos sectores básicos para Andalucía: «el turismo y la agricultura». Moreno avisó a C’s de «los 92 millones más para el aparato del PSOE con los entes instrumentales» y de la incorporación del «banco público». C’s ya ha avisado de que no apoyará el ente de crédito sin modificaciones. Montero criticó que el PP despache una enmienda a la totalidad «en dos folios y sin un solo número» y acusó a los populares de no ofrecer alternativas y de ser «una oposición que no se esfuerza». El debate viró hacia la guerra de cifras de la dependencia y «la firma» de Moreno como secretario de Estado.

La diputada de Podemos Carmen Lizárraga, por su parte, emparentó las cuentas con «el artículo 135 de la Constitución» y «la prioridad en el pago de intereses». Podemos criticó que continúe la apuesta por «la política fiscal que nos viene hundiendo». Montero –que se esforzó en comparar a Podemos con el PP– reprochó a la formación morada que no lleven a cabo lo que proponen en Cádiz, donde gobiernan, y que «creen incertidumbre con sus palabras». Montero, citando irónicamente al Che Guevara –«Usted también tiene una foto en su cuarto. Y de Chiapas»–, indicó: «Sin organización, las ideas, después de un momento de impulso, pierden eficacia». El líder de IU, Antonio Maíllo, inició la defensa de su enmienda a la totalidad señalando a Montero que «la veo muy leninista, señora consejera». Maíllo criticó el abandono del ente público de crédito y la presión contable del Gobierno en unas cuentas electoralistas y que se basan en «una cadena de sucesos no reales». «La mayor enmienda a la totalidad es la nueva subida del paro», indicó. «Pretenden diferenciarse del Gobierno central pero no hacen una política diferente. Usted misma se hará la enmiendan a la totalidad tras las elecciones. Le vale el Che Guevara, el Ibex 35, le cabe todo, en una política holística, poliédrica», censuró. La consejera criticó a IU que «reniegue» de las cuentas incluso de cuando estaba en el Gobierno andaluz. Maíllo señaló a la consejera: «Después de las elecciones generales, no va a reconocer este Presupuesto ni la Consejería que lo parió».