El referéndum de Espadas, sujeto a si hay elecciones

La Feria de Sevilla no es una fiesta cualquiera. No sólo lo dicen los sevillanos, también las cifras. Con un impacto económico de 700 millones de euros, restarle trascendencia al obligado debate sobre su duración, principio y final resulta algo simple. La consulta popular que plantea el alcalde hispalense, Juan Espadas, tiene muchos visos de hacerse realidad si cristaliza en los términos actuales: ¿prefiere una Feria «de sábado a sábado» o con su estructura tradicional, de martes a domingo? El sector turístico lo respalda, pues se asegura dos fines de semana que ofertar al potencial visitante. Y el sevillano, que ya dado su particular oficialidad a la preferia y da por amortizado el domingo –día gris donde los haya–, lo secunda en un alto porcentaje.

Faltan por fijar los términos de este primer referéndum local. El regidor socialista apuesta por una consulta presencial y vinculante que se abordará en el Pleno de la próxima semana. La norma que regula el procedimiento establece que la propuesta habría de ser aprobada por mayoría simple en el Pleno, contar con la autorización del Estado, previo informe favorable de la Junta de Andalucía, y no llevarse a cabo entre el periodo en el que se convocan y realizan elecciones. Así, si se confirma la repetición de las Generales para el 26 de junio, la convocatoria de este referéndum local se tendría que retrasar a después del verano para contar con el máximo índice de participación posible. Esta posibilidad choca con la intención de Espadas de realizarla «lo antes posible», ya que es una cuestión de calendario que tiene mucha incidencia en el turismo. De hecho, en 2017 la Feria arrancaría el martes 2 de mayo de forma tradicional. Si se diese oficialidad a la preferia sería de sábado 29 de abril a 6 de mayo, debiéndose determinar si se mantiene el día festivo o no, pues la semana ya cuenta con el 1 de mayo como no laborable.

Aprovechando el debate del viernes de la próxima semana, los partidos de la oposición Participa Sevilla e Izquierda Unida pretenden incluir otros apartados relacionados con la consulta popular. Ambas formaciones abogan por abrir más casetas públicas, algo que consideran es «un clamor ciudadano» y una «asignatura pendiente» de la Feria de Abril, al igual que una mayor protección a los trabajadores, muchas veces explotados, y para los animales.

Sin conocerse aún datos oficiales de visitantes y ocupación, por ejemplo, el Ayuntamiento hizo balance de una Feria que ha «superado las previsiones», según Espadas. Los usuarios de Tussam han aumentado un 4,6% y un 3,1% los del metro; Lipasam recogió un 4,7% más de residuos; y las labores de prevención han surtido efecto pues se han realizado más intervenciones pero han disminuido las incidencias (la Policía Local puso 157 denuncias por botellón, un 175% más, las denuncias de tráfico se han reducido un 52% y sólo se han registrado 36 positivos de alcoholemia en las 1.700 realizadas, aunque parezca increíble).