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El Rey en casa

La Razón
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El Rey, de nuevo en La Zarzuela. En el programa de Susana Griso hemos dado la salida en directo y mostraba el soberano mejor semblante que cuando ingresó, parece que todo ha ido mejor de lo que se esperaba. El doctor Cabanela da mucha confianza, no solamente por su gran prestigio profesional, también porque por su carácter y educación profesional, nunca entraría en la componenda, aunque fuese por un dudoso servicio a la Corona. He intervenido para decir que muchos millones de españoles se han alegrado con el alta real pero que hay una minoría que se ha llevado un tremendo disgusto. No hablo de los republicanos contumaces que tienen todo el derecho a defender su postura. Me refiero a los hipócritas que dicen sentirse cómodos en un reino, pero que abogan sin descanso por la abdicación, pensando que con Don Juan Carlos es imposible derribar la monarquía. Con Don Felipe suponen más fácil el acoso y derribo para poder dar paso a la III República. Afirmé que esperemos no tener que pasar por semejante trance. Al terminar el programa, algunos de los colaboradores me recriminaron mi ataque a la República. Les dije que viviendo en un reino de libertades consagrado por una constitución, lo que sería un ataque es atacar a la Monarquía y les recordé que el grupo al que pertenecemos es defensor de la Corona, que ha distinguido a la familia Lara con el título de Marqueses del Pedroso de Lara. Como decía un gran escritor y articulista, hay gente de izquierdas que no se ha dado cuenta de que son de derechas de toda la vida. En este caso, hay gente de izquierdas que gana un buen dinero en un grupo conservador, que no quiere darse cuenta, que asoman la patita roja en sus comentarios.

El otro tema fue la sentencia del «caso Malaya», que será pública el próximo viernes. Se completó la intervención con una entrevista a Isabel Marcos, descarada mujer, en tiempos de azote del «gilismo», que incluso llegó a lograr la inhabilitación del mismísimo Jesús Gil y que, posteriormente, por un gran puñado de euros, se unió a la trama más corrupta que ningún Ayuntamiento español haya soportado. Esta descarada mujer asegura que salió de la cárcel peor persona que a su entrada, que sólo encontró dentro maldad. Mire señora, según las llamadas que judicialmente le intervinieron, usted fue a la cárcel con un máster en maldades.