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El «sí» quiero de Rivera a Díaz

Susana Díaz, sonríe con la mano sobre su barriga junto al vicepresidente Manuel Jiménez Barrios.
Susana Díaz, sonríe con la mano sobre su barriga junto al vicepresidente Manuel Jiménez Barrios.larazon

La socialista, quien tomará posesión de su cargo el domingo, logra por fin el respaldo del Parlamento entre peticiones de comisiones de investigación.

Tuvo que llegar la cuarta para ser la vencida. Tras casi tres meses de Gobierno en funciones, PSOE y Ciudadanos (C´s), una formación tradicional con 47 diputados y otra emergente con nueve, votaron ayer sí a la investidura de Susana Díaz en el Parlamento andaluz. Fue el colofón esperado a semanas de conversaciones de trastienda que desembocaron en la firma por parte de ambas formaciones de tres documentos con unas 70 medidas a implementar. La escenificación duró poco más de 10 minutos y transcurrió conforme al guión previsto y una anécdota: la ausencia de dos diputadas del PP-A.

Las llaves de C’s han servido para abrir paso a otro Gobierno presidido por el PSOE en la comunidad, donde se repiten desde 1978, aunque será el primer Ejecutivo en minoría desde la cuarta legislatura, conocida como la de «la pinza», cuando Manuel Chaves no contaba con una mayoría parlamentaria que lo respaldara, en aquella ocasión frente a populares e IULV-CA. Ahora, Díaz tendrá una oposición más plural «firme», «responsable», «contundente», «constructiva» pero «vigilante», en palabras de los líderes de PP-A, Podemos IU e incluso Ciudadanos, formación que ha proporcionado la mayoría absoluta para dejar paso a Díaz, pero cuyo líder regional, Juan Marín, dejó claro que lo rubricado es un acuerdo de investidura y que no habrá pacto de legislatura en el futuro.

Tras ser elegida, Díaz sorteó las muestras de afecto para tomar la palabra y agradecer a su partido y a C’s el «gesto de responsabilidad» que ha permitido que Andalucía cuente por fin con un Gobierno. Aseguró que trabajará «el doble», al tener que recuperar los 81 días perdidos, y no desaprovechó la ocasión para volver a defender su decisión de adelantar las elecciones autonómicas. Garantizó también que va a «tender la mano» a todas las fuerzas políticas, pero desde las señaladas hay quien augura una «legislatura corta, que además no ha empezado con buen pie» y que previsiblemente requerirá de reorientaciones de enfoque permanentes. De momento, en el antiguo hospital de las Cinco Llagas de Sevilla, sede del Parlamento autonómico, planearon ya las primeras comisiones de investigación a las que se deberá enfrentar un Ejecutivo de Díaz ni siquiera armado todavía.

IU ya había adelantado que el próximo miércoles estudiarán la posibilidad de solicitar una comisión de investigación centrada en el fraude en los cursos de formación subvencionados por la Junta. Preguntado el presidente del PP-A, Juanma Moreno, si su partido la apoyaría, respondió, no sólo que los populares tampoco descartan plantearla, sino que además pedirán que comparezca en la Cámara la propia presidenta andaluza para que explique la concesión de la explotación de la mina sevillana de Aznalcóllar. Incluso Marín adelantó que C’s defenderán «todas las comisiones de investigación» que consideren «necesarias». De momento, aseveró que votarían a favor de una sobre Aznalcóllar y otra sobre formación, a las que sumarán «las que haya que poner encima de la mesa». Y se explicó: «Hay que demostrar que los políticos no somos corruptos ni estamos metidos en ningún enjuague raro».

Primeros escollos al margen, la presidenta de la Junta tomará posesión del cargo el domingo a las 12:00 horas, en el Salón de Usos Múltiples del Parlamento.