Política

Andalucía

En el PSOE andaluz temen ahora al «efecto Sánchez»

Están preocupados por el rápido «desgaste» del Gobierno central e incluso se preguntan si «hay vida inteligente entre los asesores de Moncloa»

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer con alumnos y responsables de la Escuela de Hostelería La Fonda de Benalmádena que visitó (Foto: Efe)
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer con alumnos y responsables de la Escuela de Hostelería La Fonda de Benalmádena que visitó (Foto: Efe)larazon

Están preocupados por el rápido «desgaste» del Gobierno central e incluso se preguntan si «hay vida inteligente entre los asesores de Moncloa»

En torno a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, se han generado en las últimas horas decibelios de indignación hasta el punto de que ha sido reprobada por el Senado a iniciativa del PP, y con el apoyo de Ciudadanos, en uno de sus momentos más tensos desde que asumiera el cargo hace algo más de tres meses. Delgado, en el punto de mira tras la difusión de unas grabaciones vinculadas al comisario jubilado José Villarejo en las que se la escucha insultar a su ahora compañero de Consejo de Ministros Fernando Grande-Marlaska, dejó claro ayer en el Pleno del Congreso que no tiene intención de dimitir. Desde el PSOE andaluz no había habido reacción oficial a todo el ruido que se ha generado en torno a la ministra, y que ha llegado después de la salida del Gobierno enrumbado por Pedro Sánchez de otros dos ex titulares: el de la cartera de Cultura y Deportes, Máxim Huerta, y la de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón. Aunque ayer la presidenta de la Junta, Susana Díaz, proyectó desde Benalmádena (Málaga) una posición: no le «interesan nada» las conversaciones privadas, pero sí le preocupa que «se intenten utilizar conversaciones privadas para chantajear y extorsionar» porque daña la democracia, de acuerdo a lo recogido por Efe. Pero sí ha habido otras reacciones a los movimientos de las últimas semanas. Fuentes socialistas trasladan a LA RAZÓN su descontento por que el Ejecutivo no sea en realidad «tan bueno como vendieron» y, sobre todo, por la política de comunicación desplegada hasta el momento por aquél que no ha impedido que se diga «en pocas horas una cosa y la contraria». Hay quien se pregunta incluso si «entre los asesores de La Moncloa hay vida inteligente». Ironías al margen, fuentes del partido consultadas por este periódico se muestran «preocupadas» por otra cuestión importante desde el punto de vista electoral, colocados ya como están en «modo adelanto» de los comicios autonómicos. Temen que el «efecto Sánchez» pase de ser entendido en positivo, de sumar a la marca PSOE desde Madrid, a convertirse en un lastre que reste al implicar bombas susceptibles de explotar a cada poco, que «podrían condicionar la campaña» de Díaz, aspirante a repetir al frente del Ejecutivo autonómico. «Diga lo que diga el CIS –Centro de Investigaciones Sociológicas–, el desgaste parece evidente y se está produciendo a pasos agigantados», lamentan.

En ese escenario auguran que vivirán una realidad: «Líderes nacionales de otros partidos como Albert Rivera e Inés Arrimadas en el caso de Ciudadanos (Cs) o Pablo Casado en el del PP se van a instalar en Andalucía durante los próximos meses para respaldar a sus candidatos –Juan Marín y Juanma Moreno, respectivamente– y animar a votar a su potencial electorado». De hecho, los tres ya han protagonizado actos en la comunidad y Rivera participará mañana en otro sobre los «40 años de Constitución» organizado por la SER en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz además de que se prevé que él y Arrimadas tengan agenda en la región este fin de semana. No se espera tanto a Pablo Iglesias, líder nacional de Podemos, después de que la formación morada haya optado por concurrir a las elecciones autonómicas bajo el paraguas de Adelante Andalucía, con IU y un par de partidos derivados del andalucismo, lo que ha generado tensiones con la dirección nacional. Y, por lo que respecta a Sánchez, las fuentes sondeadas por este diario reconocen que siguen teniendo en la retina los episodios internos que enfrentaron a Díaz y Sánchez y auguran una presencia «a medio gas» del presidente del Gobierno. Desde el ala «sanchista» admiten que las apariciones conjuntas aumentarían si se convocaran las elecciones andaluzas y generales «juntas», una posibilidad que se ha diluido al dejar claro la presidenta de la Junta que los comicios tendrán acento andaluz, con lo que auguran que el líder del PSOE compaginará su intervención en algunos actos de campaña con sus obligaciones como presidente. Desde la cúpula del PSOE-A se ha apostado por seguir presumiendo de aspectos de la acción del Ejecutivo central de momento, como prueba el hecho de que el portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento y uno de los «hombres fuertes» de Díaz, Mario Jiménez, destacara ayer desde Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) que en apenas cien días haya puesto en marcha la negociación para un nuevo modelo de financiación autonómica recogiendo la reclamación de Andalucía.

Más datos

*La fecha de los próximos comicios andaluces es una incógnita que sólo puede ser resuelta por la presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, quien aguanta desde hace semanas la presión de la oposición que le exige que lo aclare ya.

*Fuentes socialistas trasladaron a este periódico que barajan dos fines de semana como los probables para que Díaz coloque las elecciones: el del domingo 25 de noviembre o el primero de diciembre, en concreto el día 2. Pero la potestad es de la presidenta y sólo ella decidirá cuando llamar a los andaluces a las urnas.