En peligro

Susana Díaz, perpleja reina destronada, advierte que por la alternancia peligra «lo conseguido en Andalucía» ¿qué demonios quiso decir?»

Habrá apreciar la interesada, a una semana del aquelarre del 8M, la sutileza de la metáfora y si no, podrá desentrañársela alguna de las luminarias de esa constelación de literatos, ¡pléyade deslumbrante de San Vicente!, que transita en sus discursos por las cumbres más estratosféricas de la prosa castellana: la tía solterona torciendo el gesto mientras critica el traje de la novia en la boda de una sobrina segunda. Así sonaba ayer Susana Díaz, perpleja reina destronada, al advertir de que «está en peligro» por la alternancia en el poder «lo conseguido en Andalucía» durante cuarenta años de PSOE. No era el día, en primer lugar, porque se festejaba el 28F con diversos actos organizados con la impecable asepsia institucional que la ocasión exige. Pero, concretando, ¿qué demonios quiso decir la doña con la expresión «lo conseguido en Andalucía»? No se referirá, posiblemente, a esos indicadores socioeconómicos que subrayan, sin excepción, la divergencia (negativa) de esta desdichada región con respecto a la media nacional: más paro, más desigualdad, más corrupción, peor educación, menos calidad de vida... mientras una Junta bulímica devoraba competencias y engordaba sus presupuestos sin provecho alguno para la salud de los contribuyentes, que lideran la tabla de los sufridores de la presión fiscal y siguen a la cola de la clasificación de perceptores de servicios. Si estas perversiones se paliaran con la recentralización de la Administración, que suena muy parecido a racionalización de la Administración, estaríamos en vías de solucionar el problemón en el que se ha convertido del Estado de las autonomías. Algo correría, como afirma Díaz, «peligro» así: la mamandurria de un batallón de políticos profesionales incapaces de hallar sustento con un trabajo honrado en la empresa privada.