Andalucía

Esperanza Oña: «Haciendo lo de siempre llegaremos al mismo sitio. Tendremos que sorprender»

La Razón
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sevilla- ¿Para qué ha de servir el 28F?

–Tenemos que verlo con una perspectiva de evolución de nuestra tierra. Y es verdad que Andalucía desgraciadamente siempre es una tierra de oportunidades que nunca llegan. A mí me gustaría que sirviera para hacer un análisis en las conciencias de los políticos que tienen la responsabilidad del Gobierno y se dieran cuenta de que están muy lejos de aquel Estatuto.

–En su tierra...

–Yo soy sevillana...

–Sí, su segundo apellido también...

–¡Y Esperanza! (risas)

–Me refería a su otra tierra, Fuengirola. ¿Cuál ha sido la receta para llegar y mantenerse 23 años y cómo puede extrapolarse a ese PP que opta a la Junta?

–Yo no soy quién para dar consejos, pero la que he seguido siempre ha sido hacer y decir lo que pienso. La forma que vamos a tener de conseguir el Gobierno andaluz, y es posible que en esta etapa se logre, es diciendo exactamente lo que pensamos sin complejos ni disimulos. El PP ganaría muchos votantes y mucha confianza si claramente defendemos nuestras posturas en todos los temas. Y hay veces que los partidos eligen lo políticamente correcto, que además a veces se demuestra que es incorrecto.

–Bueno, es lo que suele hacer IU, defender su postura frente a todo.

–No sé lo que suelen hacer ellos, desde mi punto de vista es todo bastante incorrecto (risas), simplemente irrealizable y no tiene nada que ver. En esta etapa existe la oportunidad de presentar no sólo un cambio generacional, sino también de actitudes, de imagen, de planteamientos... porque, si seguimos haciendo lo de siempre, llegaremos al mismo sitio.

–Ya que siempre habla con franqueza, ¿cómo ha sentado la designación «externa» del nuevo candidato?

–El Partido Popular igual que el Partido Socialista es un partido muy presidencialista, ¿verdad? El candidato ha dicho, y todos suponemos que es cierto, que él tenía su deseo pero como formaba parte del Gobierno necesitaba digamos el beneplácito del presidente. Y tampoco habría pasado nada con que hubiera otras candidaturas. ¿Hay una candidatura? Está muy bien. ¿Hay más de una? Pues también está muy bien.

–Ha sido cambiar el paso frente a la continuidad del ex secretario general, José Luis Sanz, que prácticamente se había confirmado.

–Bueno, yo espero que cambiar el paso sea lo que viene a continuación porque ahora es cuando empieza el recorrido. No porque lo de atrás esté mal si no porque hasta hora todo lo hecho no ha logrado que gobernemos. Tendremos que romper algunas inercias y sorprender.

–¿Cómo se puede sorprender al electorado a estas alturas?

–De muchas maneras, tal vez diciéndole cosas que no se le han dicho nunca, de una manera franca y directa. Se me ocurre un ejemplo: la propuesta de la secretaria general. Yo creo que es un cambio absoluto con lo que todo el mundo podía prever. Ha sido una sorpresa muy agradable. Procede del mundo rural, de lo que se puede decir la Andalucía profunda, está luchando muchísimo como alcaldesa de Valverde, y tal vez en lo que es la gestión interna del partido no tiene experiencia. Pues fenomenal, está sin «contaminar». Es la verdad, al electorado se le habla así y entiende y comparte.

–Viene de un pueblo, eso es clave...

–Viene de un pueblo, tiene experiencia de gestión pública, de ganar elecciones. Puede tener cercanía y sobre todo procede de la Andalucía interior y eso está muy bien. Nuestro principal déficit hasta ahora lo hemos tenido en el mundo rural, en municipios pequeños.

–Se puede pensar que se va a dejar «manejar» por esa inexperiencia.

–Estoy segura de que no. Ni el candidato a la Presidencia ni la secretaria general son personas que respondan a títeres ni a marionetas.

–Entonces, ¿ahora está empezando el nuevo tiempo?

–Bueno... Empezará cuando sean elegidos y empiecen a trabajar. Ahora mismo tienen todas las expectativas favorables del partido y de las personas que nos han dado su confianza.

–Siempre habla muy claro. La reforma de la Ley del aborto también la defendió de forma «ilustrativa», digamos.

–Defendí que es más importante la vida que la muerte.

–Puso el ejemplo de la papelera llena de fetos humanos.

–Eso es una barbaridad. Es que una persona sólo es libre cuando puede elegir conociendo. Somos libres cuando hemos visto lo que es la vida y lo que es un aborto. Y verdaderamente se han dado casos de abortos legales que cuando se ha tirado el feto a la papelera estaba vivo, ¿eh? Por tanto, vamos a tener la rotundidad de aceptar que quien es partidario del aborto es partidario de quitarle la vida a un ser humano vivo. El Gobierno por lo que debería trabajar es por eliminar los obstáculos que supone una maternidad.

–Justamente lo contrario de lo que está ocurriendo.

–Bueno, desde la Junta desde luego sí, porque ha liderado siempre el paro femenino; no diría yo sea lo mismo que se viene haciendo desde el Gobierno de la Nación. Pero en cualquier caso me gustaría que éste o cualquier otro legislara por eliminar obstáculos que una mujer se encuentra por su maternidad y que un hombre nunca se encuentra.

–Una utopía en este país en este momento.

–No, toda la vida ha existido el aborto en todas las culturas. No considero que seamos capaces de decir «este vive, este no», y sobre todo porque a lo mejor no podemos pagar la letra del piso... Qué humano sería que pudiéramos hacer una ley a favor de la maternidad, como algo protegido. El ejemplo que puse del empresario que no quiere promocionar a una mujer porque se puede quedar embarazada, eso no lo sufre un hombre. Si una mujer tiene que renunciar a su maternidad porque puede perder el empleo, estamos fomentando el machismo.

–¿Por qué el Gobierno y su partido no apoyan la Ley de Vivienda andaluza?

–Es que nadie puede estar de acuerdo con que a una persona la desahucien de su casa porque no tiene medios, pero en este país existe la propiedad privada... Cambiemos la ley hipotecaria. Pero mientras exista, hay que respetarla; trabajemos para hacerla más sensible.

–En «su» Fuengirola, en esta etapa más dura, ¿qué recibe de la gente?

–Bueno, es una ciudad turística con lo cual la población cambia mucho, incluso residente.

–¡Y sigue convenciendo también a los nuevos!

–(Risas) Me van cambiando el material, sí... Yo lo que noto perfectamente es que aumentan las personas que vienen a pedir ayuda porque le cortan la luz, está toda la familia en paro, le quitan el piso... Precisamente vamos a ser el primer lugar de Andalucía con atención bucodental por 12 euros para personas sin recursos. Pero mientras en Andalucía hay un 36% de paro en Fuengirola tenemos un 15.

–También es un municipio a salvo del «estigma» de la Costa del Sol.

–Tengo un Gobierno honradísimo, gobernamos desde 1991 y no hemos tenido irregularidades.

–¿De los nombramientos de su partido se enteró por la prensa?

–Sí, cuando salieron los teletipos se formó mucho revuelo y nos enteramos todos prácticamente a la vez.

–La secretaria general no podrá compatibilizar la Alcaldía con su nueva responsabilidad en el partido...

–O sí, si ha habido antes otras excepciones, como Juan Ignacio Zoido o José Luis Sanz, por lo menos tiene el mismo derecho a plantearlo.

–¿Estamos viendo en este congreso un ejercicio de comunión?

–La discrepancia es buena, la crítica constructiva es muchas veces lealtad.

–¿Y ha ido dispuesta a ello?

–No, no tengo necesidad porque no discrepo en general de nada en este momento. Tenemos que ir de ganadores desde ya, pero con humildad porque no gobernamos, seguir pidiendo la confianza y ganándola cada día, porque no es una cosa que se obtiene a perpetuidad... afortunadamente.

–Moreno Bonilla únicamente tiene «experiencia de partido».

–Experiencia de gestión política sí tiene y Loles tendrá que ir ganándose su experiencia dentro del partido. Viene libre y sin cargas. Y Juanma Moreno donde ha estado lo ha hecho bien y en estos días que lleva recorriéndose Andalucía se nota que hay dinamismo, vitalidad y confianza en el futuro.

–¿Un adelanto electoral perjudicaría al PP-A?

–Si tenemos tiempo para demostrar quién es uno y quién es otra hay muchísimo más peso y más solvencia en Juan Manuel Moreno que en Susana Díaz, que es un poco un efecto como el «mousse», que te lo metes en la boca y se deshace. Me parece que no hay profundidad, solvencia ni tampoco grandes convicciones políticas.