Griñán advierte sobre los populismos: «Bárcenas no es el PP»

José Antonio Griñán lleva varios días alertando sobre la escalada de los movimientos populistas en Europa. El presidente andaluz recalcó ayer esa idea durante los actos institucionales del Día de la Comunidad. Lo hizo además vinculando ese auge con las políticas que emanan de la Unión Europea, con las que está en desacuerdo.

José Antonio Griñán lleva varios días alertando sobre la escalada de los movimientos populistas en Europa. El presidente andaluz recalcó ayer esa idea durante los actos institucionales del Día de la Comunidad. Lo hizo además vinculando ese auge con las políticas que emanan de la Unión Europea, con las que está en desacuerdo. Durante el discurso de entrega de las distinciones de Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía en Sevilla aseguró que «la aplicación de las políticas de austeridad y recortes del gasto público como las únicas posibles están dando resultados políticos: el regreso de Berlusconi, la aparición de Beppe Grillo, la irrupción de la extrema derecha en Grecia, el ascenso del populismo en Hungría o la aplastante derrota de Mario Monti», argumentó

Minutos antes, en el transcurso de una entrevista en la radio pública andaluza, el presidente del PSOE también hizo una reflexión en clave nacional: «Luis Bárcenas no es el PP, aunque le puede estar haciendo daño». No entró en discusiones partidistas porque a su criterio hay algo que preservar: la viabilidad del sistema. «Lo importante es que la gente tenga confianza en sus instituciones y en sus partidos», explicó.

La «pose» institucional de Griñán no se quedó ahí. También habló sobre la configuración del Estado y la situación en Cataluña: «Nuestro deber es encontrar, mediante el diálogo sereno y el debate, una forma de organización territorial del Estado mejor estructurada y con un mayor desarrollo constitucional del modelo. Un Estado que, partiendo de la indisoluble diversidad de España, garantice la igualdad de todos los españoles vivamos donde vivamos».

La «pelea» con el Gobierno central la dejó para otros asuntos, como la reforma local de la Administración. La Junta de Andalucía ya ha amenazado con recurrirla al Tribunal Constitucional si se aprueba en los términos que se barajan actualmente. «La democracia se construye de abajo arriba. Nace así en los ayuntamientos cuyos concejales y alcaldes comparten los problemas de sus vecinos, mantienen con ellos con ellos un diálogo directo, trabajan a su servicio y lo hacen, en más del 80% de los casos, sin recibir retribución alguna.