Gobierno de España

Guante blanco entre Zoido y Griñán para un agitado arranque parlamentario

El líder del PP-A reprocha al presidente andaluz que se sume con cuatro años de retraso a la transparencia

Juan Ignacio Zoido sigue desde su escaño la intervención del presidente andaluz, ayer en la Cámara
Juan Ignacio Zoido sigue desde su escaño la intervención del presidente andaluz, ayer en la Cámaralarazon

Se esperaba más del primer cara a cara parlamentario entre Zoido y Griñán del nuevo periodo de sesiones. La Cámara va arrancando después de dos meses de parón. El último Pleno fue el de Presupuestos, el 19 y 20 de diciembre.

Se esperaba más del primer cara a cara parlamentario entre Zoido y Griñán del nuevo periodo de sesiones. La Cámara va arrancando después de dos meses de parón. El último Pleno fue el de Presupuestos, el 19 y 20 de diciembre. En este tiempo se han producido novedades. Las negociaciones sobre el Pacto por Andalucía propuesto por Griñán, el cierre laboral de 2012 que deja una estela de casi un millón y medio de parados, el proyecto del gasoducto de Doñana que los ecologistas y los socios de Gobierno del PSOE ven como una bomba de relojería. Pero la gran sacudida mediática la han protagonizado el caso de los presuntos sobresueldos que han cobrado dirigentes del PP, los 22 millones de euros de Luis Bárcenas en paraísos fiscales y las anotaciones de éste en la ya célebre libreta cuadriculada de 14 páginas.

Por aquí se esperaba precisamente que estallaran las costuras del debate. Que PP y PSOE decidieran enfangarse hasta las rodillas y soltar el garrotazo goyesco del «y tú más». Rodaron deslizantemente los ERE, pero no llegó la sangre al río. El debate parlamentario entre el presidente Griñán y el jefe de filas del PP andaluz fue de guante blanco. La metralla vino después con el debate sobre la comisión de investigación de Invercaria. Ni uno ni otro pisó el acelerador pese a los vendavales que soplan en sus respectivas formaciones.

Griñán pasó de largo por Gürtel, por Bárcenas y por sus polémicas anotaciones. Zoido fue más incisivo. Al final de su segunda y última intervención desveló que el Tribunal de Cuentas tuvo que requerir entre 2011 y 2012 en cinco ocasiones a la Consejería de Empleo para que entregara documentos. «Tenemos un concepto distinto de la corrupción. Para nosotros es algo con lo que hay que terminar. Y para vosotros es un instrumento para terminar con el Partido Socialista», le respondió el máximo mandatario andaluz.

El debate, magro en contenido y fofo en intensidad, pivotó en torno a la situación económica y al Pacto por Andalucía que el PP considera una mera operación de márketing. Griñán citó «The Economist» para censurar que Mariano Rajoy no hablara de empleo en su reciente entrevista; y Zoido contrarrestó con el «Financial Times» por haber alabado la reforma laboral del Gobierno, rampa hacia la salida de la crisis que el líder de los populares ve más cerca que lejos: «Vamos a cambiar la tendencia y comenzar a crear empleo». La transparencia salió al paso, como lo viene haciendo en las últimas semanas. Zoido reprochó al presidente andaluz que la Junta se haya opuesto a cinco propuestas de su grupo sobre transparencia y buen gobierno. «Bienvenido cuatro años más tarde al debate sobre transparencia». Griñán disertó sobre el «open government». Uno y otro salieron sin un arañazo. Los dos tenían guante blanco.