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Guerrero niega haber «colocado a nadie» a través de UMAX ni «con dos hijas en paro»

El ex director general de Trabajo de la Junta durante una década, Francisco Javier Guerrero
El ex director general de Trabajo de la Junta durante una década, Francisco Javier Guerrerolarazon

«Hoy es lo peor del mundo, pero antes era un trabajador incansable», dice el dueño de la empresa

El ex director general de Trabajo Javier Guerrero negó ayer haber «colocado a nadie» entre el personal «externo» que la Junta contrató a través de la empresa UMAX, según el Gobierno andaluz de forma fraudulenta, pese a que «tenía dos hijas en paro y tres sobrinos» que «nunca han trabajado en la Junta».

Guerrero es juzgado, junto a sus sucesores Juan Márquez y Daniel Rivera, los ex secretarios de Empleo Javier Aguado y Lourdes Medina y el dueño de UMAX Ulpiano Cuadrado, por prevaricación, malversación y falsedad documental en estas contrataciones de personal de UMAX que hacía funciones en la Consejería de Empleo, delitos por los que la fiscal pide a todos 10 años de cárcel y la Junta al empresario, Guerrero y Márquez.

En la segunda sesión del juicio por esta pieza desgajada del caso ERE, el tribunal de la Audiencia –presidido por Ángel Márquez– ha estimado la cuestión previa planteada por la defensa de Ulpiano Cuadrado para retirar el delito de fraude en Subvenciones del que la Junta le acusaba y le pedía 6 años más. El magistrado rechazó quitar el delito de falsedad documental.

En esta pieza se juzga la contratación de trabajadores de UMAX, muchos conocidos o amigos de Guerrero, para hacer labores en la administración pública –algunas reservadas a funcionarios- usando para pagar a la empresa, que a su vez pagaba al personal– contratos menores adjudicados sin publicidad ni concurrencia cuyo objeto eran servicios distintos a los que realmente prestaban sus empleados en la Junta.

Guerrero negó vinculación personal con los contratados e intervención alguna para que UMAX los empleara. «Yo nunca les recomendé a nadie» ni «favorecía a nadie», aseguró, alegando que «el primero que tenía necesidades de que sus niñas trabajaran era yo» ya que cuando UMAX empezó a trabajar en su departamento «yo tenía dos hijas en paro, una que ha estudiado Informática y otra Telecomunicaciones, y tres sobrinos. ¿Podía haber tenido facilidad de que los hubieran encajado? Pues no lo hice». Previamente declaró el empresario, quien coincidió en que Guerrero le comentó que necesitaba tres personas y si se podía hacer cargo UMAX y así empezó una forma de proceder que se desarrolló del 2003 al 2010 en la que «los técnicos» de la Dirección de Trabajo le indicaban cuántas personas y de qué perfil necesitaban y él «las seleccionaba por currículum» y decidía su sueldo. Ulpiano Cuadrado también defendió que «Guerrero hoy es lo peor en Andalucía, España y el mundo, pero entonces era un trabajador incansable y con una capacidad de trabajo tremenda».