Presupuestos autonómicos
La ausencia de Gobierno atasca las cuentas de la Junta para 2017
El Ejecutivo andaluz aprobó un techo de gasto que se remite al de 2013 para cumplir la Ley, pero no puede ajustarlo hasta conocer las entregas a cuenta, que suponen el 75% de los ingresos
El Ejecutivo andaluz aprobó un techo de gasto que se remite al de 2013 para cumplir la Ley, pero no puede ajustarlo hasta conocer las entregas a cuenta, que suponen el 75% de los ingresos.
La Junta sigue adelante con las etapas legales para la confección de los Presupuestos de 2017, pero la ausencia de un horizonte claro para formar Gobierno a nivel nacional está siendo un importante obstáculo. El Ejecutivo andaluz va a ciegas. Hasta que el Estado no apruebe su techo de gasto y delimite las entregas a cuentas que van a recibir las comunidades la capacidad de acción de la Junta es limitada.
El asunto no es menor. De ahí que uno de los compromisos que salieron el miércoles de la reunión que mantuvieron Mariano Rajoy y Albert Rivera fuera la apertura de una vía de diálogo que desembocara primero en la aprobación del techo de gasto y posteriormente en la aprobación de las cuentas. Para el techo de gasto no hay una fecha determinada, pero la ley sí obliga a entregar el Presupuesto a las Cortes como fecha tope el 30 de septiembre. El problema es que un Gobierno en funciones no puede aprobar el Presupuesto.
Andalucía está a la espera. El Consejo de Gobierno dio «luz verde» el pasado 26 de julio a su límite máximo de gasto no financiero. Pero lo que hizo, al igual que el año pasado –que también el calendario sufrió retrasos– fue mantener vigente el de 2013, que ascendió a 21.323,26 millones de euros, sin incluir transferencias finalistas y las vinculadas a financiación de las entidades locales. Se trata de una suerte de ardid legal para dar cumplimiento a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. En el artículo 30 recoge que el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen que aprobar un límite de gasto no financiero coherente con los objetivos de estabilidad presupuestaria. Indica también ese artículo que las comunidades deben remitir al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) antes del 1 de agosto la información sobre el gasto no financiero que hayan aprobado.
Por tanto, el Gobierno andaluz va cumpliendo plazos legales, igual que a principios de junio la Consejería de Hacienda, la encargada de elaborar las cuentas, dictó la orden para la elaboración del Presupuesto para el 2017, que está publicada en BOJA, pero no puede dar pasos reales.
El año pasado ya se vivió de hecho una situación parecida, aunque salvando las distancias, porque en ese momento se trataba simplemente de una demora en el calendario. Ahora el problema es de bloqueo. El avance no está en manos sólo del Gobierno.
Andalucía se quejó. En la memoria sobre el límite de gasto no financiero la secretaria general de Hacienda, María José Gualda, señalaba que para calcular el techo de gasto resulta «imprescindible» contar con la siguiente información: los ingresos previstos, el objetivo de déficit individual –que es del 0,3 por ciento para 2017–, la metodología de cálculo de la regla de gasto, la tasa de referencia de la economía española, los ajustes de contabilidad nacional y las transferencias finalistas de otras administraciones públicas como la Unión Europea.
Uno de los parámetros esenciales, que también menciona el informe de la Junta, son las entregas a cuenta derivadas del sistema de financiación. Estas entregas a cuenta suponen aproximadamente el 75 por ciento de los recursos no financieros de la administración autonómica. Hay que tener en cuenta que el Gobierno adelanta los recursos a las comunidades autónomas y en función del comportamiento de la recaudación tributaria en la comunidad se produce una liquidación final. Si en Andalucía se recauda más de lo previsto, el Gobierno devuelve la diferencia a Andalucía. Si es al contrario, Andalucía paga la cifra correspondiente al Estado.
Por tanto, Andalucía, como el resto de comunidades, también está a la espera de conocer la liquidación de 2015 –se calcula con dos años de retraso–. Una liquidación de la que de momento no hay datos pero que muy probablemente sea positiva para Andalucía debido a que la economía creció por encima de lo estimado. Al contrario de lo que ocurrió en 2013. La liquidación negativa de ese ejercicio se produjo fundamentalmente porque los impuestos cedidos cayeron en 489 millones.
La propia enunciación del acuerdo del Consejo de Gobierno del 26 de julio, en el que se aprobó el techo de gasto no financiero, resume perfectamente este «impasse» que vive la Administración andaluza. «El trámite formal, exigido por la legislación básica estatal, queda a expensas de que el Consejo de Ministros fije su techo de asignación de recursos». Así que una vez que disponga de toda la información que debe llegar de Madrid podrá ajustar su previsión de techo de gasto para pergeñar de manera definitiva un Presupuesto que debe ser remitido al Parlamento de Andalucía como fecha tope el lunes 31 de octubre. Las críticas que hacen desde el PP y desde el Gobierno central es que el PSOE andaluz no está contribuyendo a que este panorama de incertidumbre se disipe. Hay barones regionales como el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara que han pedido a Sánchez que se abstenga. Susana Díaz sigue reclamando el «no» para Rajoy en la investidura.
Hacienda dice que «cumplirá» tras el apercibimiento sobre el gasto
La Consejería de Hacienda y Administración Pública respondió ayer a la misiva enviada por el Gobierno sobre los indicios de que Andalucía estaba superando el límite de gasto. Fuentes de la Consejería indicaron a Europa Press que ayer recibió la carta del Ministerio de Hacienda remitida a la Consejería en la que advierte de que se está excediendo en el gasto de 2016 y reclama que actualice el Plan económico-financiero y que «acredite» si la regla de gasto se va a cumplir en este ejercicio o no. La Consejería deja claro que Andalucía «es una Administración cumplidora y comprometida con la estabilidad presupuestaria, pese a la discrepancia con el objetivo de déficit». Andalucía incumplió el objetivo de déficit fijado en el 0,7 por ciento para 2015. Cerró en el 1,13 por ciento, casi medio punto por encima.
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