Sevilla

La CEA no cree que le afecte el uso «espurio» de fondos de UGT-A

La Razón
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El nuevo presidente de la CEA, Javier González de Lara, se aventura a poner la mano en el fuego por la patronal andaluza. En el aire planea la incógnita de si los problemas contables de UGT-A pueden extenderse a CC OO o incluso a la CEA, los tres actores fundamentales desde que se pusiera en marcha la concertación hace veinte años y principales perceptores de fondos para cursos de formación. González de Lara señaló ayer que ignora si la investigación a la que está sometido el sindicato UGT se podría extender a su organización pero que por lo que él conoce «hasta la fecha» no cree que haya «ningún tipo de relación en comportamientos espurios».

González de Lara se manifestó en estos términos en Canal Sur Televisión. Dijo que actuará si hay alguna irregularidad y defendió la responsabilidad social de los empresarios, al tiempo que lanzó un «mensaje a navegantes»: si quieren ser «un espejo para la sociedad», deben mantener un comportamiento ético «en el día a día». La anterior cúpula de la CEA, con Santiago Herrero a la cabeza, está imputada por una promoción de viviendas de protección oficial en Sevilla, en la que el «banco malo» o Sareb detectó un desfase que ronda los 12 millones de euros. En este terreno argumentó que la fundación encargada del proyecto fallido de las VPO y la CEA son «entidades distintas». Está dispuesto a colaborar «en lo que sea necesario».

Sobre el dinero que ha recibido la CEA para formación, afirmó que no son subvenciones sino que proviene del 0,6 adscrito a las cotizaciones sociales. Es un modelo, en su opinión, «legal», aunque cree que «si hay que cambiarlo, que se cambie».

La presidenta de la Junta avanzó el miércoles en el Parlamento que en este trimestre el consejero de Empleo se encargará de modelar el nuevo marco de concertación, en el que está previsto que entren más actores. Se mostró, en este sentido, dispuesto a «hacer autocrítica» y a «abrir la concertación», aunque apostó por que «no que se abra a cualquiera, sino a entidades representativas y que puedan acreditarlo».

«La concertación puede tener algunas cuestiones que ya no funcionan bien, como todas las cosas que llevan tiempo funcionando. Hay que ver en qué no se ha funcionado bien y cambiarlo».