La climatización, pendiente ahora de «auditorías energéticas»

El curso escolar comienza tal y como acabó, con calor y el descontento en la comunidad educativa por la escasa cobertura del plan de choque para la mejora de la climatización de los colegios. La consejera del ramo, Sonia Gaya, hizo ayer balance de la medida, aprobada el pasado mes de julio de forma precipitada tras las incesantes críticas por el intenso calor que soportaban los alumnos en los centros educativos, que incluso propició una orden de la consejería permitiendo a los padres no llevar a sus hijos a las aulas a pocos días de la conclusión del curso por las altas temperaturas. En concreto, la consejera recordó que se han llevado a cabo un total de 51 actuaciones por un valor de 2,5 millones de euros.

Lejos de anunciar nuevas obras de acondicionamiento o inversiones, Gaya marcó el camino de la iniciativa de una forma cuanto menos curiosa: los propios centros harán «auditorías energéticas» para valorar así las necesidades y posibles obras. De esta manera, se pondrán a su disposición cuestionarios «sencillos, no técnicos» para que trasladen a la Administración todas las necesidades referidas a la climatización. El objetivo es abordarlas y «priorizar unas respecto a otras».

En cuanto a la previsión inicial, la consejera aseguró que todos los trabajos se han cumplido e insistió en la necesidad de adaptar los centros bajo la premisa de una «climatización sostenible», en el marco del protocolo firmado para el ahorro de la eficiencia energética.

El plan de choque fue muy cuestionado porque sólo abarcaba el 1,13 por ciento del total de centros públicos de la comunidad autónoma.