La dimisión de los jefes de urgencias de Granada por falta de personal llega a la Cámara

Podemos pedirá explicaciones a la Consejera de Salud porque la desfusión «parece una venganza»

La dimisión esta semana de los jefes del servicio de urgencias del hospital Virgen de las Nieves y el del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) de Granada por falta de personal ha reavivado el malestar por el proceso de desfusión sanitaria en la ciudad, que no termina de convencer a los pacientes ni a los profesionales. A las críticas que han venido aflorando en los últimos días se sumó ayer las de Podemos, que pedirá en el Parlamento andaluz explicaciones a la consejera de Salud, Marina Álvarez. La portavoz adjunta del grupo parlamentario de la formación morada, Carmen Lizárraga, aseguró, en un encuentro con portavoces y cargos del partido en Granada, que estas dimisiones muestran «la grave situación en la que está la sanidad en la provincia» y evidencian la falta de personal que «también se da en la atención primaria». En cuanto a la desfusión, apuntó que «parece que está siendo una venganza contra la salud de los granadinos», un proceso que «no se está llevando a cabo adecuadamente». En este sentido, subrayó que por este motivo el PSOE no quería una auditoría, ya que «lo que tienen que esconder está saliendo a la luz en forma de falta de personal».

«Esto lo veremos gravemente reflejado en la salud de los granadinos que se encuentran con problemas asistenciales», ahondó Lizárraga, al tiempo que criticó que «cambian las caras, pero desde luego las políticas no cambian», en referencia a la dimisión de la cúpula del Servicio Andaluz de Salud (SAS) tras las manifestaciones contra la fusión hospitalaria y los recortes en esta materia.

Estas declaraciones se producen un día después de que la Junta negara recortes en las plantillas de ambos centros. El delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta en Granada, Higinio Almagro, se vio obligado a defender la gestión que está llevando a cabo su departamento, remarcando que los dos hospitales trabajan 8.200 sanitarios, «700 más que los que había en 2016, antes de que se iniciara la fusión».