Huelva

La Fiscalía rebaja a dos años la pena pedida al vendedor ambulante que apuñaló a un policía en Punta Umbría

Los tres acusados han reconocido los hechos y pedido perdón en el juicio

Juicio a los tres acusados de lesiones al jefe de la Policía Local en Punta Umbría /Foto: E.P.
Juicio a los tres acusados de lesiones al jefe de la Policía Local en Punta Umbría /Foto: E.P.larazon

Los tres acusados han reconocido los hechos y pedido perdón en el juicio

La Fiscalía de Huelva ha rebajado de cuatro a dos años la petición de cárcel para F.C.M, el vendedor que se encuentra en prisión por apuñalar el pasado 7 de agosto al subinspector jefe de la Policía Local de Punta Umbría (Huelva) en el marco de una intervención contra la venta ambulante ilegal.

Lo ha hecho en las conclusiones finales del juicio que contra él y los otros dos acusados por su participación en estos hechos -su hermano M.C.M. y M.P.V., el bañista que obstaculizó la labor policial- se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal 1 de Huelva. Una sesión en la que los tres acusados han reconocido los hechos que se le imputan y en el que los dos hermanos, además, ha mostrado su arrepentimiento. Esta actitud ha motivado que ninguna de las partes haya realizado pregunta alguna a ninguno de ellos, procediendo únicamente a tomar declaración a los testigos.

En sus conclusiones definitivas, la Fiscalía, con la conformidad de las defensas, ha rebajado la petición de pena para F.C.M. de cuatro a dos años de prisión por el delito de lesiones en concurso ideal con el atentado a agente de la autoridad; por cada uno de los cuatro delitos leves de lesiones la pena ha pasado de dos meses de multa con cuota diaria de 6 euros a un mes de multa a cuenta de tres euros diarios. Para ello ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño puesto, ya que los tres acusados ya han depositado en la cuenta del Juzgado el dinero que se les solicita en concepto de responsabilidad civil, y, en el caso de F.C.M., el retraso mental leve acreditado, que según ha confirmado el forense que ha declarado en el juicio, afecta a sus capacidades cognitivas y volitivas.

Para M.C.M., el fiscal ha reducido su petición de pena de cárcel por un delito de atentado a la autoridad de un año y seis meses a seis meses y la multa por tres delitos leves de lesiones en la misma forma que a su hermano. Para el bañista se rebaja la multa por un delito de resistencia a la autoridad de 2.200 a 540 euros y no se le imputa por el delito leve de lesiones a un agente.

La acusación particular por su parte ha mantenido todos los pronunciamientos contra los acusados, entre ellos la pena de cinco años de prisión para F.C.M., así como las accesorias de prohibición de entrar en Punta Umbría y acercarse al agente y sus familiares durante cinco años.

Los hechos tuvieron lugar el 7 de agosto sobre las 13:45 horas cuando dos agentes de la Policía Local apreciaron cómo varias personas se estaban dedicando a la venta ambulante sin la debida autorización, iniciándose una trifulca que acabó con M.C.M., forcejeando e insultando a los agentes y con F.C.M. abalanzándose sobre el subinspector jefe de la Policía Local portando una navaja con la que le propinó varios cortes y puñaladas.

Antonio Garrido, el jefe de la Policía Local de Punta Umbría (Huelva) apuñalado se mostró “decepcionado” con la actuación de la Fiscalía y en declaraciones a la salida del juicio dijo que padece “secuelas físicas, pero las más importante son las psicológicas; no entiendo que una sanción administrativa termine con un policía con navajazos con esa agresividad”. “La suerte jugó un papel fundamental porque me podría haber matado en cualquier momento y gracias a Dios el cuchillo se cerró en un momento determinado, caí de pie y pude defenderme”, además de la “rápida actuación de mis compañeros”, lamentó.

Por contra, el bañista acusado se mostró “satisfecho” y afirmó que intercedió por los vendedores ilegales por impulso, al tiempo que asegura que “si no llega a ser por la chavala que me socorrió entre los dos gorilas que tenía encima me asfixian” porque “yo tenía ya el pie en el otro barrio”.