Política

Elecciones andaluzas

La futurología de los pactos marca las últimas 48 horas

El Partido Popular admite que «la amenaza de la repetición de elecciones está encima de la mesa», aunque teme que Cs al final se reconcilie con Díaz

Juanma Moreno, candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía, durante un encuentro en la sede de Afibroma en la capital malagueña / La secretaria general del PSOE-A, presidenta de la Junta y candidata a la reelección, Susana Díaz, saluda a los simpatizantes durante su encuentro con asociaciones, en los Salones Morys de Martos, Jaén (Fotos: Efe)
Juanma Moreno, candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía, durante un encuentro en la sede de Afibroma en la capital malagueña / La secretaria general del PSOE-A, presidenta de la Junta y candidata a la reelección, Susana Díaz, saluda a los simpatizantes durante su encuentro con asociaciones, en los Salones Morys de Martos, Jaén (Fotos: Efe)larazon

El Partido Popular admite que «la amenaza de la repetición de elecciones está encima de la mesa», aunque teme que Cs al final se reconcilie con Díaz

Catorce días de campaña electoral después los partidos continúan en el punto de partida con la única salvedad que supone la aparición de Vox en los posibles escenarios que depararán los resultados la noche del domingo. La estrategia de pactos en un Parlamento aún más fragmentado que en 2015 marca la actualidad por encima de programas y promesas al electorado. En 48 horas el tiempo para reclamar el voto habrá concluido bajo dos prismas: uno, la apuesta por un cambio de color en Andalucía a toda costa; y dos, infundir miedo a todo lo que no responda al «statu quo» socialista.

«La amenaza de la repetición de elecciones está encima de la mesa», admitió ayer Juanma Moreno. No obstante, el líder del PP-A no se cree la postura de Ciudadanos. «Ellos juegan a un ambigüedad calculada y si pueden apoyar al PSOE, lo harán», dijo ayer. Igualmente acusa a Susana Díaz de tener «mucho interés» en que Vox entre en el Parlamento andaluz «fraccionando a la derecha» y haciendo «imposible» un bloque de cambio al que, en cambio, Pablo Casado no renuncia bajo ningún concepto y se muestra «encantado» de recibir el respaldo de Cs y Vox para «cambiar Andalucía». En la misma línea se pronunció Adolfo Suárez Illana, presidente de la Fundación Concordia y Libertad, al ser partidario de «hablar con todo aquel que defienda la Constitución, la paz y la democracia».

Con o sin Vox es la cuestión

Para Ciudadanos, la cuestión en 2015 no era con quién pactar sino para qué. Hoy su reto es evitar que Susana Díaz sea presidenta, pero «nunca» gobernará en manos de la extrema derecha. Juan Marín huye de los extremos –Podemos y Vox– aunque ello no implica que renuncie a recabar los apoyos necesarios a partir del día 3 de diciembre si la aritmética lo posibilita. El presidenciable de Cs negó haber tenido «ningún contacto» con miembros de la formación de Santiago Abascal. La preferencia es vox populi: alcanzar con el PP los 55 diputados y formar una coalición de cambio. Su mejor arma es contar con la «credibilidad» que otras fuerzas han perdido fruto del desgaste del gobierno. Necesita, al menos así lo reconocen internamente, una participación que supere el 70 por ciento; una movilización ciudadana inusual en el contexto sociológico actual.

El PSOE-A juega a ganador. No contempla otra opción, aunque tampoco dice cuál es su preferencia en caso de necesitar apoyos para perpetuarse cuatro años más en San Telmo. «No es normal que nos acostumbremos a que la voluntad de la ciudadanía no sirva y haya que repetir elecciones», señaló ayer Díaz, que reiteró que «nunca» utilizará el voto de los andaluces para bloquear las instituciones. La presidenta en funciones dice que tenderá la mano a todas las formaciones, algo que ya dijo en referencia a la negociación del presupuesto y no cumplió. La amenaza de la parálisis de la administración, con unas elecciones municipales en mayo y otras generales que no tardarán en convocarse, se acrecenta. Díaz aboga por la movilización de su electorado y hacer de «dique de contención» frente a la «triple alianza de derecha y extrema derecha».

«Si te engañan dos veces, el problema es tuyo», dicen desde Adelante Andalucía para rechazar la opción de pactar con un PSOE que «no es de fiar» en manos de Susana Díaz. La confluencia ni perdona ni olvida el maltrato a Izquierda Unida, Así las cosas, Teresa Rodríguez habla de ser «barrera de contención de las derechas» como fuerza independiente pese a que las encuestas le dan un porcentaje de votos insuficientes para ser alternativa. La abstención en una opción que se le volvería en contra si dan «continuidad a un régimen agotado» que le hace la campaña «a la extrema derecha xenófoba». Y más si insisten en las 48 horas que restan de campaña en exigir a Susana Díaz que aclare a sus votantes, «si volverá a entregarle el Gobierno andaluz a la derecha neoliberal más conservadora en lo económico».

Todo hace indicar que Andalucía entrará en un periodo de inestabilidad si las fuerzas del cambio no suman.

Vox: Díaz «incita» a «agredir» a sus miembros miembros»

El abogado de Vox Pedro Fernández confirmó que se querellan contra Susana Díaz por alentar «un ataque constante» o «algún tipo de agresión» contra algún miembro del partido de Santiago Abascal al acasarles de «racistas» o de justificar la violencia machista durante la campaña. Una querella presentada en el Tribunal Supremo por los delitos de odio e injurias. «Son declaraciones que superan lo que es el límite de la libertad de expresión».