Andalucía
La Junta «incumple» los plazos de la vuelta a los dos hospitales en Granada
La consejera defiende que el proceso está en la «recta final» y que habrá 600 sanitarios más
El proceso de recuperación de los dos hospitales en Granada se está alargando más de lo esperado, un compromiso que adquirió la Junta de Andalucía tras las sonadas protestas por los efectos que estaba provocando la fusión en la asistencia sanitaria. Tanto el PP como la plataforma «Granada por su salud» criticaron ayer que la Consejería de Salud está incumpliendo los plazos que marcó, relativos al reparto de los servicios en ambas áreas y a la dotación de personal. Precisamente, la plataforma recordó ayer que la Administración fijó el 1 de octubre como fecha límite para concluir el traslado de los servicios, «y esto no se ha cumplido». En este sentido, el colectivo consideró que «hay intención de dejar muchos departamentos fusionados o que tengan ámbito provincial», como es el caso de las áreas de anatomía patológica, esterilización, informática, admisión o medicina preventiva.
También aseguró que la sectorización de la población «no se ha completado» y que se continúan derivando pacientes de un hospital a otro. En cuanto a los profesionales, «no ha finalizado el proceso de redistribución, por lo que se sigue trabajando con la dotación de personal y recursos que existía durante la fusión, y no los acordados y necesarios para trabajar con dos hospitales completos».
Sobre las obras del hospital de Traumatología, la Administración mantiene que concluirán en diciembre, aunque la apertura no se hará hasta marzo. «Consideramos que el plazo de tres meses para mover equivos es excesivo», señaló, al tiempo que denunció que recientemente varios miembros del colectivo realizaron una visita al edificio y solo pudieron acceder «a las zonas previstas por la gerencia», por lo que «no pudimos apreciar ni evaluar la obra en su conjunto».
Mientras, el Parlamento andaluz también se hizo eco de las críticas al cronograma. El diputado del PP-A Vicente Valero reprochó a la consejera de Salud, Marina Álvarez, que el proceso está «estancado», además de lamentar la «carencia de recursos y desinformación» en torno a este asunto. «Se han cerrado unidades y servicios y los profesionales están sometidos a una presión insoportable», subrayó Álvarez, quien denunció además que los sanitarios «han quedado fuera del proceso», que «está pilotado por los altos cargos del Servicio Andaluz de Salud (SAS)».
La consejera, por su parte, se empeñó en dibujar una realidad radicalmente distinta. Álvarez aseguró que «nos encontramos en la recta final de un gran proyecto que ha sido fruto de un gran consenso» y defendió que, una vez concluida la denominada «desfusión», Granada contará con 600 sanitarios más. Y siguió marcando plazos: en la primera quincena de octubre «se publicarán los listados definitivos de la redistribución de profesionales». A su juicio, «se está cumpliendo con el cronograma» y recordó que ya se han ubicado 25 especialidades. Sobre las urgencias, con «una puerta en cada hospital», se están reorganizando «progresivamente».
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