Sevilla

La «privatización cualitativa» de la sanidad en Andalucía

Los recortes y las medidas adoptadas con la Junta «no difieren en mucho de experiencias realizadas en otras comunidades», según la Fadsp

La «privatización cualitativa» de la sanidad en Andalucía
La «privatización cualitativa» de la sanidad en Andalucíalarazon

Sevilla- Que Andalucía sea la comunidad que menos gaste por habitante al año en Sanidad es sólo un síntoma. Según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), «la privatización en Andalucía es cualitativamente similar a otras comunidades, cuantitativamente poco relevante y, lo más importante, no avanza desde finales de los 90».

La Fadsp destaca que «desde un punto de vista cualitativo, la concesión de la atención especializada de áreas enteras de población a la orden de San Juan de Dios (Consorcio Hospitalario Aljarafe en Sevilla) y a la empresa Pascual (Hospitales de la Sierra de Cádiz y Sanlúcar de Barrameda), la colaboración público-privada para la radio-farmacia y la dotación tecnológica del nuevo hospital de Granada no difieren en mucho de experiencias realizadas en otras comunidades».

«Desde un punto de vista cuantitativo, el porcentaje de población atendida bajo modelos privatizados y el porcentaje de gasto total en concesiones, conciertos singulares y «externalizaciones» es relativamente bajo respecto a otras comunidades, no alcanzando el 5% del gasto sanitario total», señaló la federación. La entidad resalta que «respecto a la tendencia a la privatización, no se ha visto agravada en las tres últimas legislaturas, más bien al contrario». Se ha reducido la externalización de pruebas diagnósticas y conciertos singulares quirúrgicos y autoconciertos, añadió. «Sí existe una ampliar red asistencial y de apoyo constituida inicialmente como empresas públicas o fundaciones al amparo de la ley de nuevas formas de gestión, ahora agencias públicas», indicó la Fadsp. Se trata «del dispositivo del 061, los hospitales Costa del Sol, El Ejido y la amplia red de hospitales de alta resolución, así como las fundaciones encargadas de tareas de gestión de calidad, docentes y de investigación». La federación entiende que «centros 100% públicos no deberían ser computados como experiencias de privatización». La Fadsp destacó que «la sanidad pública andaluza tiene grandes fortalezas que pueden hacer que afronte la crisis con éxito: una apuesta por la planificación y la racionalidad frente a las presiones del mercado como es patente, por ejemplo, en la política farmacéutica, o en la distribución territorial y la organización funcional de los recursos, una apuesta por la salud pública, una atención primaria más desarrollada que en otras comunidades que recibe el 18% del gasto sanitario público y con una política sostenida de inversión en infraestructuras, una apuesta fuerte por la gestión clínica que, pese a la falta de normativa y a la muy mejorable estructura de calidad y algunos otros problemas, es un modelo consolidado que está permitiendo una creciente articulación de los profesionales y una apuesta, con todos sus claroscuros, por la modernización de lo público como es el caso de las nuevas tecnologías, la formación o la investigación». Entre los riesgos de la Sanidad andaluza, figura «la caída en picado de la financiación per cápita desde 2011», que ha implicado «importantes recortes de personal (no sustitución de jubilaciones, no renovación de eventuales y reducción al 75% de la jornada de los eventuales). La federación subrayó que «estas medidas han generado un enorme descontento entre los profesionales y pueden comprometer el mantenimiento de las prestaciones actuales como se está viendo ya con la atención domiciliaria y ciertos programas en atención primaria». Destaca también «la ausencia de un modelo de atención sociosanitaria», «la nula voluntad de luchar contras las incompatibilidades de los profesionales y las fuertes inversiones que está realizando el sector privado en las áreas urbanas de Málaga y Sevilla, donde prácticamente todas las aseguradoras y empresas locales están ampliando sus infraestructuras, buscando negocio ante el previsible deterioro de la sanidad pública con los recortes».