Economía

La Torre Pelli acapara el 7% del sector de la construcción en la capital

La Torre Pelli ya ha alcanzado su cota más alta, situada en los 180 metros, haciendo sombra a la Giralda
La Torre Pelli ya ha alcanzado su cota más alta, situada en los 180 metros, haciendo sombra a la Giraldalarazon

SEVILLA- La Torre Pelli encara su recta final con un horizonte temporal claro: el segundo semestre de 2014. Ésta es la fecha que han acordado La Caixa –promotora del rascacielos de 39 plantas– y Dragados, tras hacerse esta empresa con la adjudicación de las obras de terminación del edificio, que supondrá un nuevo emblema para la ciudad y que está teniendo un impacto significativo en el maltrecho sector de la construcción. De hecho, los trabajos acaparan el 7 por ciento de los empleos del sector en la provincia. A los 700 empleos directos –entre personal de obra, el perteneciente a la contratista y a la dirección facultativa– habría que sumar en torno a 1.500, derivados de las empresas subcontratadas y de suministros. Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), perteneciente al cuarto trimestre de 2012, en la provincia había 31.100 ocupados en el sector de la construcción, un dato que contrasta con los 73.000 que había en 2008, al inicio de la crisis económica. Es por ello que la Torre Pelli es un proyecto vital que, en cierta medida, está sosteniendo la caída en picado del empleo en el sector.

Por tanto, el hecho de que La Caixa adjudicara en marzo la última fase del proyecto y que Dragados haya expresado su compromiso firme de que la subcontratación recaerá en empresas con arraigo en Andalucía, en torno al 80 por ciento, supone una buena noticia para un sector que, en marzo, acumulaba 41.917 parados.

Sin embargo, en la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) no hablan de revitalización, dado el evidente parón inmobiliario y la escasa obra pública que promueven las administraciones. Según el presidente de la patronal, Miguel Rus, la construcción del rascacielos «tiene un efecto positivo, pero limitado», ya que «tan sólo se trata de un proyecto, por mucha envergadura que tenga». Los temores iniciales parece que se han vencido, por eso Rus reconoce ahora que «uno de los miedos que tenían muchas personas dentro de la sociedad sevillana es que la Torre Pelli siguiera los hitos de la Torre de Los Remedios, que íbamos a tener ahí una obra durante muchos años». Igualmente, Rus valora positivamente la decisión de La Caixa de ubicar en el rascacielos el Caixafórum. «Qué mejor manera de poner en carga el edificio que instalar allí este proyecto cultural, que sirva de reclamo a los visitantes y a posibles empresas».

Empresas andaluzas

Sobre el compromiso de que la subcontratación recaiga sobre empresas sevillanas y andaluzas, el presidente de la CES espera que «sea una realidad y se cumpla». «En estos momentos es una responsabilidad y una obligación de los empresarios intentar que el trabajo se quede en las empresas de nuestra tierra, puesto que es una forma de generar riqueza, repartirla en nuestra zona y que mejore nuestra economía», subraya.

Por ello, y de cara al futuro, Rus reivindicó el valor de un sector «necesario», que deberá apostar por obras de infraestructura que «den valor, nos hagan más competitivos y que, por supuesto, cumplan con todos los requisitos medioambientales».

En concreto, Dragados se está haciendo cargo de las obras correspondientes a la fachada –la próxima semana se proseguirá la ejecución–, la arquitectura interior, las instalaciones y la urbanización del rascacielos, toda vez que la torre ya ha alcanzado su cota más alta, situada en los 180 metros de altura. La gestión y seguimiento de la obra pasó a ser competencia de CaixaBank el 3 de agosto, cuando se cerró la operación de fusión de Banca Cívica.