Sevilla

La victoria de Soraya Sáenz de Santamaría en la comunidad refuerza a Juanma Moreno

«Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que haya una sola candidatura», señala el presidente de los populares andaluces

Sevilla 20-11-2017 Soraya Saenz de Santamaria y Juanma Moreno, en el Comite Ejecutivo Autonomico del PP-AFoto: Manuel Olmedo
Sevilla 20-11-2017 Soraya Saenz de Santamaria y Juanma Moreno, en el Comite Ejecutivo Autonomico del PP-AFoto: Manuel Olmedolarazon

«Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que haya una sola candidatura», señala el presidente de los populares andaluces

El día que el PP celebró primarias, la Wikipedia se cayó de súbito y en la sede andaluza de la calle San Fernando esperaron el recuento de votos con pizzas y latas de cervezas de marcas propias de otras latitudes. Se acusaba a Juanma Moreno de carecer de la fuerza necesaria para el control de las costuras del partido y, sin embargo, el PP-A ha sido clave en la victoria en las primarias.

El día previo Soraya Sáenz de Santamaría desembarcó al mediodía en un restaurante dentro del propio Parque de María Luisa, ante más de 200 personas que la esperaban y pedían selfies. Soraya, sin llegar al superávit afectivo de otros políticos, se mezclaba con la militancia sin excesos pero sin remilgos. Como su victoria en las primarias. Bendodo la flanqueaba y tras el mitin, junto al jefe de prensa de Juanma Moreno, señalaba a Telemadrid que tenían «tres minutos para el directo». «Ya son dos, que perdemos el AVE». Mientras, la ex vicepresidenta se ponía el pinganillo. A Bendodo, entretanto, le preguntaban por el móvil: «¿Cómo vamos?». «Mal», señalaba sin referirse al último regate del alcalde de Málaga, Paco de la Torre, que esa misma noche anunció que iba con Cospedal vía Twitter. «¿Cuándo sale el próximo tren?», cuestionaba. Tampoco se refería a la Alcaldía de Málaga. Sáenz de Santamaría agradeció el apoyo de las bases populares en Sevilla y recordó que en ese mismo lugar recogió en su día un premio, «el Giraldillo»; y que un día, coincidiendo con el quinto cumpleaños de su hijo, que también le cogió en Sevilla, desde una terraza, viendo la Giralda, el pequeño le dijo: «Mira, mamá, igual que el Giraldillo que tenemos en casa». «No, hijo, el Giraldillo es el que es igual que la Giralda». La victoria de Soraya en las primarias no es lo mismo que la victoria de Juanma Moreno, pero a efectos prácticos, como el Giraldillo y la Giralda, también es igual. Juanma Moreno, que fue elegido a dedo por intermediación de Sáenz de Santamaría, superó su particular primaria interpuesta porque con la ex vicepresidenta se presentaba él tras un amago de «neutralidad activa». En el acto del restaurante también estaba presente el sempiterno Javier Arenas. Vía «tuit» Soraya agradeció «a Javier» su apoyo, incluso antes del resultado: «Una persona que siempre ha estado velando por el PP». Sin la mediación de Arenas, en la reedición interna de la «operación Menina», no se habría decantado, probablemente, la balanza andaluza hacia Soraya y, con ello, la victoria. Con el triunfo de Sáenz de Santamaría –aún parcial, ya que en el Congreso las alianzas pueden poner en cuestión el mantra popular de «que gobierne la lista más votada»–, Juanma Moreno demuestra un control incluso mayor de lo esperado en el PP-A. Sáenz de Santamaría se ha impuesto en cinco de las ocho provincias andaluzas. El triunfo en la región no tiene contestación, con en torno a 5.600 votos, el 54,4%, por los 2.900 de María Dolores de Cospedal, dibujada sin nombrarla en el mitin de clausura de la campaña en Andalucía como poco si fuera la Yoko Ono del PP-A. Casado consiguió en torno a 1.600 votos. Por más que el candidato arrastre los apoyos de la facción cospedaliana en el Congreso del 20 y 21 de julio, Juanma Moreno ya ha marcado su terreno. Si la militancia nacional hubiera seguido la tendencia andaluza, no habría segunda vuelta. Soraya Sáenz de Santamaría sería presidenta del PP de modo directo, al alcanzar el 54% de los apoyos y sacarle 15 puntos al segundo.

Por contra, con la derrota de María Dolores de Cospedal, salen tocados sus adalides andaluces: Juan Ignacio Zoido, sobre todo (aunque ya ha resucitado en varias ocasiones), y José Luis Sanz, en la gatera de los cuarteles de invierno –en el Aljarafe se dice que hay cuatro grados menos que en la capital andaluza– de Tomares. Con la victoria de Sáenz de Santamaría salen reforzados tanto Juanma Moreno como Antonio Sanz, Elías Bendodo y Virginia Pérez, los presidente provinciales de Cádiz, Málaga (71% de los votos) y Sevilla. También ha vencido la ex vicepresidenta en Huelva (con un 86% de votos, la provincia con más apoyos de España, mérito de Fátima Báñez y Manuel Andrés González) y Granada (con Sebastián Pérez como «gran perdedor» al apoyar a Cospedal). La ex ministra de Defensa se ha impuesto en Almería, Jaén y Córdoba. Juanma Moreno señaló ayer que «es momento de buscar puntos de encuentro» porque Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado «hacen buen tándem». El equipo de Moreno señaló que aún puede sumar más apoyos para la candidata, a la que dan mayoría de compromisarios en la comunidad.