Leyendo a Cernuda en el tranvía

Miembros de varias asociaciones culturales de Sevilla conmemoraron ayer el cincuentenario de la muerte de Luis Cernuda leyendo algunos de sus poemas en los tranvías que recorrieron el centro de Sevilla. La lectura estuvo acompañada de música de oboe en directo, mientras que otros voluntarios repartían tarjetas postales con poemas del poeta sevillano en cada una de las paradas del tranvía o Metrocentro. La actividad, que se efectuó en cuatro de los cinco trenes de la línea, se mantuvo entre las 12:00 y las 13:00 horas y fue patrocinada por la empresa municipal de transporte Tussam.

Esta lectura pública forma parte de la campaña de fomento de la lectura que lleva el título «Cernuda y Sevilla: Donde habite el olvido», emprendida por las asociaciones «Ocnos», «Las Personas Libro», que pertenece al movimiento «Fahrenheit 451», y «Noches del Baratillo», que contaron con la colaboración del sevillano conservatorio profesional de música «Francisco Guerrero».

La actividad, que también se celebró el pasado sábado a la misma hora, hizo que algunos sevillanos subieran al tranvía con la sola intención de disfrutar de este recital de poesía. Las asociaciones que organizaron esta lectura pública ya pusieron en marcha las campañas «Conecta tu móvil a la poesía», en 2010, de difusión de vídeo-poemas mediante teléfonos móviles de los pasajeros del Metrocentro a través de la tecnología bluetooth, y el «Proyecto BécQueR», también este año, cuya primera fase ha sido la instalación de un atril interactivo en la glorieta de Gustavo Adolfo Bécquer del parque de María Luisa. Mediante ese atril los visitantes de la glorieta pueden visionar y descargar vídeo-poemas de las «Rimas» del poeta sevillano a través de sus dispositivos móviles. Se trata de proyectos que, según los organizadores, tratan de aprovechar «las características propias de la nueva cultura del siglo XXI» y el desarrollo tecnológico de los últimos años para «revitalizar lo oral como forma de transmisión textual» y animar la «cultura participativa», integrando la participación ciudadana.

El portavoz de los organizadores, Joaquín Díaz Ferruz, dijo a Efe que con estos recitales de poemas se ha tratado de llevar la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte de Cernuda a un lugar inaudito, como es el tranvía, y hacerlo en movimiento, dentro de los vagones y mientras que la gente se desplaza, causándoles sorpresa y animándoles a la lectura de los poemas impresos en las tarjetas postales.

El 5 de noviembre de 1963, en México, en el domicilio de Concha Méndez, murió Luis Cernuda, horas después de que, la tarde del día 4, en el cine de Coyoacán, hubiera visto la película «Divorcio a la italiana», con la que se divirtió tanto que le propuso a Paloma Altolaguirre volver al día siguiente para verla juntos.

Pero al amanecer del día 5, como ha evocado el poeta José Antonio Mesa Toré, director del Centro Cultural de la Generación del 27, «es la película de su vida la que deja de girar en el proyector y en la pantalla del espejo de su cuarto de baño se produce el apagón definitivo», y Paloma se lo encontró «en el suelo, en ropas de casa».