Los «sanchistas» no reculan y darán la batalla en los congresos provinciales

El PSOE andaluz cerró ayer su 13 Congreso Regional evidenciando todavía más la brecha abierta entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. Finalmente no hubo integración de los «sanchistas» en los órganos de dirección del partido, a pesar de que éstos esperaban algún gesto de Díaz que confirmara sus constantes llamadas a la unidad. «Estatutariamente podían hacer lo que han hecho, que es obviar a las plataformas que apoyamos a Sánchez. Era una cuestión de voluntad, de asumir que hay otras sensibilidades políticas dentro del partido», aseguraron a LA RAZÓN fuentes cercanas al secretario general del PSOE.

A pesar de este portazo, los «sanchistas» seguirán dando la batalla en la comunidad autónoma y se marcan un nuevo horizonte: los congresos provinciales que se celebrarán a partir de septiembre. Sin embargo, lo tienen complicado a la hora de conformar candidaturas alternativas porque el cónclave regional acaba de ratificar la exigencia de presentar el aval de un 20 por ciento del censo, tal y como se aprobó en el 38 Congreso Federal. El cónclave del pasado mes de junio, en el que Sánchez volvió a tomar las riendas del partido, rebajó el sistema al 3 por ciento, un planteamiento que expusieron los «sanchistas» en el Congreso Regional que acaba de concluir y que fue rechazado de plano.

«En unas provincias tenemos más posibilidades y en otras menos», sostienen, además de señalar que los contactos se intensificarán ahora pese a verificarse el cierre de filas en torno a Díaz en la comunidad autónoma. Donde más posibilidades tienen de presentar candidatos alternativos es en Cádiz y Málaga. En esta provincia, precisamente, Ignacio López –que forma parte de la Ejecutiva federal– quiere dar el paso. «Ha llegado a comentar que si accede a la Secretaría General dejaría el cargo en el organigrama de Sánchez», apuntaron las mismas fuentes. Lo que sí tienen claro los «sanchistas» es que el comportamiento de los militantes en los procesos provinciales serán similares a los de las primarias, donde Díaz reunió más avales que Sánchez pero éste arrasó en el voto individual. «A la gente no le gusta estampar su firma en un documento. En cambio, en el voto secreto sí vamos a recabar más apoyo». Tanto es así que las plataformas que respaldaron a Sánchez pidieron la firma de los militantes en las primarias y «muchos de éstos nos dijeron que ya habían firmado en apoyo a Díaz, pero que su voto iba a ir para Sánchez».

La causa: «Muchos tienen cargos en la Junta y no querían señalarse en contra de la presidenta». Precisamente, la Ejecutiva salida de este Congreso Regional está plagada de mandos del Gobierno andaluz, además de los dimisionarios de la Ejecutiva federal que propiciaron la salida de Sánchez y que ahora Díaz les abre la puerta del partido en Andalucía: Antonio Pradas, María Jesús Serrano –nueva número tres del partido– y Micaela Navarro –repite como presidenta–.

Díaz ha diseñado una Ejecutiva con mayoría femenina en la que mantiene a su núcleo duro, con el secretario de Organización, Juan Cornejo, a la cabeza. La lista recibió el 91,01 por ciento de apoyo, registrándose 425 votos favorables, 33 en blanco y 9 nulos. El respaldo ha sido 5,9 puntos menor al del último Congreso Regional, celebrado en Granada en noviembre de 2013. Entonces, el apoyo fue del 96,9 por ciento sin votos en contra.

En el organigrama figura un órgano de nueva creación: la secretaría de Memoria Histórica y Democrática, liderada por Carlos Perales. También se incorpora el granadino Gregorio Cámara, redactor de la propuesta de reforma constitucional promovida por el PSOE-A durante la etapa de Griñán. Lo hace ahora como secretario de Libertades y Política Territorial.

Tres jóvenes parlamentarias socialistas integran el equipo: María Márquez, Ángeles Férriz y Beatriz Rubiño. Llama la atención la presencia de Aquilino Alonso, «repescado» por Díaz tras dejar la Consejería de Salud, un departamento que ha estado en el punto de mira en los últimos meses tras las enérgicas protestas de las «mareas blancas» contra los recortes en la sanidad pública y las fusiones hospitalarias.

Continúan en la Ejecutiva el malagueño Francisco Conejo, que pasa de Política Municipal a Relaciones Institucionales, y los sevillanos José Caballos, Carmelo Gómez, Rosario Andújar y Francisco Javier Fernández. Como miembros natos siguen el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán; el portavoz en la Cámara, Mario Jiménez; y el coordinador del Consejo Territorial, José Luis Sánchez Teruel.

Sevilla repite como la agrupación con mayor número de representantes, con nueve miembros. Le siguen Málaga y Granada, con seis cada una; Cádiz con cinco y el resto de las provincias –Córdoba, Huelva y Jaén– cuentan con tres.

Los «sanchistas» tenían asumido que no entrarían en la Ejecutiva, tal y como hizo el secretario general al conformar su equipo, obviando cualquier resquicio de afines a Díaz. Sin embargo, esperaban un mayor esfuerzo integrador en los comités Director y Federal, en consonancia con los apoyos recibidos por Sánchez en las primarias. A través de estos órganos sí pretendían hacer contrapeso, pero no ha sido posible. El Comité Director está compuesto por 128 miembros, destacando cuatro consejeros del Gobierno: la titular de Hacienda, María Jesús Montero; el de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro; el de Cultura, Miguel Ángel Vázquez; y el de Medio Ambiente, José Fiscal. También figura el ex consejero Antonio Ávila. Esta lista obtuvo un respaldo del 92,72 por ciento y está encabezada por el ex presidente Rodríguez de la Borbolla.