Andalucía
Los tres hijos de Dios
Un libro rescata el origen común del judaísmo, cristianismo e islam
Un joven mata a seis personas en una mezquita de Quebec, Canadá, mientras el presidente de los EE UU, Donald Trump, se jacta en las redes sociales del éxito de su veto de entrada en el país para ciudadanos de ciertos países musulmanes, musulmanes y pobres por supuesto, como medida de seguridad. Aún por repetida, la frase de André Malraux sobre que «el siglo XXI será religioso o no será» parece que toma cuerpo conforme los acontecimientos se desarrollan. Cristianos, judíos y musulmanes, aunque sea por otros motivos no espirituales, llevan matándose durante los últimos 2.000 años y todo indica que lo seguirán haciendo pese a las misas ecuménicas, las condenas de la ONU, los bombardeos selectivos, los embargos comerciales o los atentados de las capitales europeas. Ninguna guerra es peor que la que sucede entre hermanos, las tres confesiones lo son al compartir la misma raíz religiosa, pese a que sus interpretaciones de los textos sagrados y la puesta en práctica de las doctrinas como modo de vida hayan creado un foso amplísimo e imposible de cruzar pese a la buena voluntad.
Viene esto a que la editorial Turner acaba de reeditar «Biblia, Corán, Tanaj. Tres lecturas sobre un mismo Dios», escrito por Roberto Blatt, que el próximo martes lo presenta en la Fundación Tres Culturas a las 19:00 horas. Se trata de un amplio ensayo que hunde su investigación en el desarrollo de estas tres religiones, su concepción de la divinidad, el papel del ser humano, qué vigencia tiene el concepto de la salvación, los choques entre las civilizaciones y la puesta en práctica de estas creencias a la hora de crear un modelo sociedad y estado. Se trata de un texto profundo pero ciertamente asequible a un lector interesado por comprender las claves y bases de la mayoría de las justificaciones del mal en estos momentos.
Precisamente, el autor localiza el nacimiento, la matriz de estas interpretaciones de lo real, en territorios situados en el sur de Irak. Abraham y su familia abandonaron la mítica Ur para llegar hasta la tierra prometida hace 4.000 años, según un corpus religioso que llega hasta la actualidad, con una montaña de muertos a sus espaldas. «Las tres grandes corrientes abrahámicas no surgieron necesariamente para enfrentarse o competir entre ellas, aunque se consideraron sucesivas actualizaciones de la inmediatamente precedente», explica el autor en el texto introductorio al libro, para asegurar que los cambios en la interpretación vinieron para adaptarse a las circunstancias concretas de cada grupo. Una interesante lectura para poner en cuestión dogmas y creencias que han moldeado la civilización occidental como justificación para eliminar al vecino.
También este fin de semana tenemos «Trabajos de amor perdidos», que se representa hasta el domingo en el teatro Lope de Vega de Sevilla, fue una de las primeras obras escritas por Shakespeare que por su riqueza de lenguaje y expresiones dejó de representarse durante siglos hasta que fue recuperada a finales del siglo XX por las principales compañías británicas. El amor es uno de los temas principales de la producción del dramaturgo británico, que en esta ocasión emplaza la trama en la corte del Reino de Navarra a donde llega la princesa de Francia junto a su séquito femenino para solicitar la devolución de Aquitania. Será mucho más lo que se lleven las francesas en este montaje cuya dirección comparten Tim Hoare y Rodrigo Arribas. También en la capital hispalense, en esta ocasión en el Teatro Central, hoy y mañana se representa «Idiota». Una obra que cabalga entre la comedia y la tragedia, pues ambos géneros se entrelazan cuando la vida de un empresario arruinado por la crisis se somete a un experimento en el que se debe analizar la respuesta del ser humano ante situaciones límites. Israel Elejande dirige a Gonzalo de Castro y Eli Gelabert, que llegan a Sevilla con muy buenas críticas.
Por su parte, en el teatro Góngora de Córdoba, Alberto San Juan y Fernando Egozcue llevan a escena «Todo dice que sí», con el que hacen un recorrido por la poesía española. La vibrante «Una gata sobre un tejado de cinc caliente», original de Tenesse Williams y con los inevitables rostros de Paul Newman y Liz Taylor en la memoria de todos por la versión cinematográfica, llega al teatro Alameda de Málaga en un reparto que encabeza el actor Juan Diego y que se inserta dentro de la programación del 34 Festival de Teatro de Málaga. Mientras, hoy y mañana en el teatro Alhambra, en Granada, se presenta en cártel «La respiración»; un texto de Alfredo Sanzol sobre el amor, cómo expresarlo, sus consecuencias y las controversias que genera.
Acabamos con un tono menos solemne que con el que comenzamos. A las 20:00 horas en La Térmica, Málaga, el músico Kiko Veneno vuelve la vista atrás para recordar junto a Luis Clemente y Héctor Márquez los cuarenta años del disco «Veneno». Una obra que desde hace unos año ha sido reconocida como una de las piezas necesarias en el engranaje del confuso, lisérgico y amanerado rock andaluz. El músico fue la parte «light» de este trío donde los hermanos Amador pusieron la sangre gitana. Luego, en el mismo espacio hay un mercadillo nocturno de productos de segunda mano muy interesante para encontrar libros, discos o cualquier producto cultural.
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