Elecciones andaluzas

Los tres tenores

La Razón
La RazónLa Razón

El mitin con perfume «allendista» y aroma «chavezista» celebrado este sábado al alimón por José Antonio Griñán, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero supone el principio del fin de cualquier Pacto por Andalucía con un mínimo de seriedad y rigor institucional que se precie. ¿Se imaginan ustedes que Felipe González o incluso Rodríguez Zapatero, siendo ya presidentes del Gobierno, se hubieran subido a un escenario junto a los Nicolás Redondo y Marcelino Camacho de entonces o junto a los actuales Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo? ¿Acaso la autonomía andaluza ha derivado en un régimen orgánico y corporativo donde mandan un tercio que son votados y dos tercios sindicales más el presidente de los patronos, al que tampoco ningún ciudadano vota? Por cierto, menuda cara de tonto útil o de listo inútil se le ha debido de quedar a Santiago Herrero después de ver cogiditos del puño a Griñán, Pastrana y Carbonero. ¿Piensa todavía la CEA seguir prestándose al juego del Pacto por Andalucía o quedará en el empresariado andaluz algo de dignidad y vergüenza? No obstante, peor que esta forma de entremezclar gobiernos, partidos y sindicatos es aún el fondo argumental que utiliza. Porque, como si de un discurso autista, o cubano o norcoreano se tratase, presume de una Andalucía con un treinta y seis por ciento de paro frente al resto del país que tiene diez puntos menos de desempleo. Por lo demás resulta evidente que el PSOE busca taponar por babor un caudal de apoyo que puede estar escapándole hace ya algún tiempo hacia Izquierda Unida y hasta es posible que a Diego Valderas –al que UGT y CC OO animaron a formar el bipartito– le haya molestado verse ausente de este mitin frentepopulista. Organizado, obviamente, frente al PP curiosamente en la semana en que Rajoy ha bajado las peonadas del PER y ha prorrogado el subsidio a los parados, en su mayoría andaluces, de larga duración.