Más envoltorio para el pacto

Pasan los días y el Pacto por Andalucía prometido por Griñán no avanza. Hace más de un mes que el presidente de la Junta anunció que iniciaría una ronda de contactos para intentar tejer un acuerdo amplio entre formaciones políticas, sindicatos, patronal y distintos actores sociales con el teórico objetivo de crear un marco de diálogo y estabilidad. El proyecto ya lo esbozó nueve meses antes, durante el debate de investidura de principios de mayo. Al primero que recibió el presidente andaluz fue al líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido. Hace cuatro semanas. Fue el 14 de enero. No hay pacto ni de momento se le espera. Pero ya hay página web con la que la Junta pretende que los ciudadanos puedan ofrecer sus propuestas. La presentó ayer en el Palacio de San Telmo el portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel Vázquez.

El bipartito andaluz pretende así cumplir con el propósito de que el pacto, si es que finalmente se sustancia, se vaya haciendo de abajo a arriba. Las propuestas tienen que pasar por el filtro de un sistema de moderación compuesto por personal de la Secretaría General de Presidencia. Hay margen para la discrecionalidad. Entre los supuestos de exclusión se cita que la propuesta plantee «críticas a determinada persona o institución sin aportar una alternativa constructiva al respecto», que el contenido no guarde «ninguna relación con el bienestar o los intereses de la comunidad», que «persiga fines ilegales, que atenten contra la moral», o que «atente contra los buenos usos y costumbres de la comunidad».

El Pacto por Andalucía es uno de los asuntos sobre los que pivotará el Pleno del miércoles y jueves de esta semana. El presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, cuestionará a Griñán sobre este tema. Aprovechará para reprenderle por la lentitud de las negociaciones y la falta de concreción. Hay que recordar que Zoido acudió a la cita de San Telmo con un decálogo en el que detallaba las iniciativas de su grupo en asuntos como el empleo, la economía o la administración pública. Hay asuntos que separan especialmente a los dos grupos como la derogación de la Ley de Reordenación del Sector Público que pide el PP-A, pero este partido no ha dicho que esta medida sea «conditio sine qua non» para sumarse a un eventual pacto. El verdadero problema es el que teme el PP desde que se inició la interlocución. Que el pacto no sea más que un envoltorio vacío de contenido. Cascabelería. Igual que lo fueron otros proyectos anunciados a bombo y platillo como el de Andalucía Sostenible. De momento, lo único que hay de pacto es una moderna web 2.0.