Política

Micaela Navarro: «El PSOE tiene muy claro que no va a gobernar a costa de lo que sea»

Presidenta del PSOE y vicepresidenta del Congreso. Llega a la entrevista sin asesor ni jefe de prensa y se marcha en autobús. Cercana y optimista... incluso con las negociaciones para el nuevo Gobierno.

Micaela Navarro: «El PSOE tiene muy claro que no va a gobernar a costa de lo que sea»
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–El viernes por la mañana Pablo Iglesias propuso un bipartito PSOE-Podemos con él como vicepresidente y Rajoy reaccionó por la tarde declinando la oferta del Rey para someterse a la investidura. ¿Qué le parecen ambos movimientos?

–El PSOE ha demostrado ampliamente que es un partido serio, sensato, responsable y ante las dificultades no elude la respondabilidad ni esconde la cabeza. En estos momentos, ante una situación tan compleja, el PSOE va a estar a la altura de las circunstancias. Y desde esa serenidad que siempre hemos tenido actuaremos sin ninguna duda. Ahora es cuando hay que llamar más que nunca a la calma y al sosiego. El PSOE va a evitar nuevas elecciones pero no a costa de lo que sea. Hay propuestas, como la de Iglesias, que se comentan solas. En cuanto a Rajoy, ha actuado en la misma línea que los últimos cuatro años de gobierno. Cuando se ve la capacidad de gobernar y de las personas es ante las dificultades. Pedalear cuesta abajo todo el mundo puede hacerlo. Creía que Rajoy no podía llegar a tanto. Y ahora no sabemos si se ha ido o no. Ha escondido la cabeza debajo del ala. España necesita una persona que dé la cara ante las dificultades.

–Voces de peso en el PSOE interpretan la propuesta de Pablo Iglesias como una humillación.

–Creo que no humilla quien quiere sino quien puede. El PSOE ha demostrado en este tiempo cuál es su compromiso. Sus valores están por encima de estas circunstancias. Entiendo que haya gente que se ha sentido mal porque lo mínimo que se puede decir de la forma de hacer la propuesta es que cuanto menos es desafortunada. Las formas son tan importantes como el fondo.

–¿Qué consecuencias ve, desde un punto de vista económico y social, en la provisionalidad del Gobierno si se prolonga varios meses?

–El Gobierno en funciones tiene delimitadas qué cosas puede hacer y cuáles no. Entre otras, no puede tomar decisiones que hipotequen a gobiernos posteriores. Eso no significa que el Parlamento no vaya a funcionar. Estamos viendo qué comisiones, por ejemplo, pueden ponerse en marcha y cuáles no. El Parlamento no está en funciones y las personas que formamos parte del Congreso tampoco estamos esperando que haya Gobierno para realizar nuestras responsabilidades. Lógicamente la provisionalidad influye y hay iniciativas que emanarán del Parlamento que se enfrentarán a una pared. Lo deseable, por tanto, es que haya un Gobierno cuanto antes. Es crucial resolver los problemas que tienen los ciudadanos. Por eso no podemos seguir dilatando este proceso en el tiempo. Y por eso tampoco podemos estar repitiendo las elecciones hasta que salga, por cansancio, el resultado que nos guste. Tenemos que demostrar nuestra madurez democrática y para ello hay que saber gobernar la situación en la que nos pusieron los ciudadanos el 20 de diciembre.

–¿Cree que la clase política se ha adaptado a esta nueva realidad?

–Somos los primeros que tenemos que adaptarnos para demostrarle al país que somos capaces de trabajar con el resultado que ellos han querido. Vamos a respetar a los ciudadanos, vamos a gobernar ese resultado. Convocar nuevas elecciones es una forma de reconocer un fracaso.

–¿Lo acordado en el Comité Federal, el «no» a Rajoy y el «no» al PP, está cincelado en piedra o un paso atrás de Rajoy podría todavía facilitar un entendimiento con el PP?

–Creo sinceramente que cuando uno viene de una mayoría absoluta tan amplia es cuando tiene que demostrar generosidad. Que uno llame ahora para que te apoyen cuando necesita inexorablemente este respaldo, es fácil. Cuando hay que demostrar de verdad que es dialogante es cuando no necesitas a los demás. Rajoy se habrá dado cuenta de que estos cuatro años no ha sido lo suficientemente generoso a la hora de consensuar políticas como la ley educativa o la reforma laboral. Una reforma laboral, por cierto, que se hizo rompiendo convenios laborales y la negociación colectiva.

–Desde un punto de vista programático, la distancia que hay entre PSOE-PP es mayor que la que hay entre PSOE-Podemos?

–El PSOE lo que tiene muy claro es que igual que hay una determinación para formar gobierno, si le corresponde, lo que no va a hacer es gobernar a costa de lo que sea.

–¿Gobernar con Podemos no es gobernar a costa de lo que sea?

–No, ¿por qué? Es que no es gobernar con quién sino para qué.

–Susana Díaz, en la intervención ante el grupo parlamentario socialista, avisó a Pedro Sánchez de «aventurismos» y «oportunismos». ¿Ese aventurismo no es cogerse del brazo de Podemos?

–Es que el PSOE no ha dejado de apoyar al Gobierno en temas fundamentales. Pedro Sánchez se puso al lado de Rajoy con el desafío catalán. El PSOE no va a permitir nunca que nadie, de manera unilateral, intente separar a un territorio del resto de España. No lo va a permitir. Posiblemente Rajoy se habrá acordado en estos días cuando estuvo recogiendo firmas en contra del Estatuto de Cataluña. Porque al final, las diferencias entre el Estatuto andaluz y el catalán eran escasas y el PP apoyó el Estatuto andaluz. Y no digo que haya cosas anteriormente que nos podríamos haber ahorrado nosotros como el «voy a aprobar todo lo que venga de Cataluña».

–¿No cree que la desconfianza se proyecta más hacia Pedro Sánchez que hacia lo que pueda hacer el PSOE? Es decir, quizá con otro líder la desconfianza sería menor.

–Es que eso son futuribles. Lo que creo es que tendremos que respetar a Pedro Sánchez, que lleva escasos 17 meses. Pedro Sánchez sabe lo que quiere para este país y está perfectamente capacitado para llevar a cabo esa tarea.

–Más allá del referéndum de autodeterminación en Cataluña que todavía mantiene Podemos, ¿le producen recelo los planteamientos económicos de Podemos?

–El día que se llegue a un acuerdo, si se llega, tendré toda la tranquilidad del mundo porque estoy segura de que no se va a llegar con un acuerdo que tenga que ver con el ansia de gobierno de alguien y menos de Pedro Sánchez. Si se llega es porque se dan las circunstancias para intentar gobernar muchas de las cosas que se han roto en estos cuatro años. Si algo nos condiciona de manera inasumible, no lo vamos a hacer.

–La diferencia PSOE-Podemos ha sido de dos puntos a nivel nacional y en Andalucía de 13 ¿Qué ha hecho mal Pedro Sánchez o qué ha hecho bien Susana Díaz?

–Siempre intentamos contraponer una figura y otra. Probablemente las circunstancias de Andalucía sean distintas a las de otros territorios. Además, el hecho de que en Andalucía el PSOE esté gobernando influye. En Andalucía vemos que la ley de dependencia funciona, con sus dificultades, pero funciona, pero es que en otras regiones ni existe...

–También vemos que la tasa de paro es la más alta de todas las comunidades, por encima del 30 por ciento.

–El modelo productivo que tiene Andalucía, menos industrial, más apegado al turismo, influye mucho. ¿Por qué son más altas las pensiones medias en Madrid o en el País Vasco? Porque lógicamente hay más personas que han estado trabajando en el sector industrial. Cuando Andalucía estaba empezando a diversificar su modelo productivo llegó la crisis y paró gran parte de lo que se estaba haciendo.

–¿No le parece que esa argumentación carece de autocrítica? Algo mal habrá hecho el PSOE que lleva gobernando durante más de 30 años.

–Claro que hay que hacer autocrítica, pero lo que no podemos es medir algunas cosas con valores totalmente distintos.

–¿Es resbaladizo un acuerdo con Podemos teniendo en cuenta que esta formación, a su vez, es una amalgama de partidos como Comú, Compromís o Las Mareas?

–La forma de organizarse internamente cada partido es totalmente distinta. ¿Con quién va a hablar el PSOE? Con quien decida Podemos. ¿Con quién ha hablado el Rey? Con quien ha decidido Podemos. Lo que tenga que hacer internamente Podemos es problema de esta formación.

–Si hay nuevas elecciones, ¿Pedro Sánchez debería repetir como candidato?

–Sería lo lógico, pero no estamos en esa tesitura todavía. De verdad creo que si repetimos elecciones tendríamos que hacer una reflexión y reconocer que no hemos sido capaces de gestionar lo que estaba sobre la mesa.

–¿Y la ciudadanía está madura para aceptar determinados acuerdos? El principal argumento para rechazar que el PSOE se abstenga en favor del PP es que su electorado no lo entendería.

–La ciudadanía está lo suficientemente madura como para ofrecer el resultado que ofreció el 20 de diciembre y, por tanto, aceptar cualquier tipo de gobierno. El PSOE no sólo dice «no» al PP porque su electorado no lo entendería, sino porque durante cuatro años lo que ha hecho el PP es volvernos en cuanto a derechos y libertades a 30 años atrás.

–¿Cualquier acuerdo al que llegue Pedro Sánchez las distintas sensibilidades del PSOE las aceptarán? ¿Descarta una rebelión de diputados en el Congreso?

–La decisión que tome Pedro Sánchez es la que entienda que es la mejor para dar estabilidad al país y no la va a llevar a cabo de manera unilateral, sino que tenemos nuestras reglas y normas y éstas dicen que esto se tiene que aprobar en el Comité Federal del partido.

–Susana Díaz no va a tener motivos para rebelarse...

–Es que si alguien tiene motivo para decir algo, va a tener la oportunidad de hacerlo en el Comité Federal. Además es que no creo que el secretario general tome una decisión y antes del Comité Federal no lo hable con miembros de peso del partido.

–Fernandez Vara ha sido muy crítico con la cesión de senadores por parte del PSOE para que ERC y Convergencia (DiL) pudieran conformar grupo propio.

–Es verdad que probablemente el momento actual no tiene nada que ver con otros momentos. Pero dicho esto no estamos de acuerdo en absoluto con lo que defienden. Y cuando lo pongan sobre la mesa diremos «no». Lo que no vamos a impedir es que vayan a hablar donde tienen que hablar.

–¿No es un paso previo para buscar la abstención de estas dos formaciones?

–No, de ningún modo.

–¿Por qué se ha deteriorado hasta el punto actual la relación entre Pedro Sánchez y Susana Díaz?

–Estamos en el mismo proyecto y creo que puede haber matices distintos más que otra cosa. Ninguno es insalvable.

–¿Y le causa una tensión especial a Micaela Navarro estar en medio de Susana Díaz y Pedro Sánchez?

–Yo soy del PSOE por encima de todo y eso lo sabe muy bien Pedro Sánchez y Susana Díaz.

–La tensión Chaves-Griñán ya le costó lo suyo.

–Sí, pero no tiene nada que ver una cosa con la otra. En absoluto.

–¿Ha restablecido relaciones con Griñán?

–Sí, nunca las rompimos. Las tensamos un poco, pero nunca las rompimos.

–Si el PP hubiera apoyado a Susana Díaz en la investidura, ¿la situación sería hoy distinta? ¿Ve ahí un pecado original?

–No lo sé, sinceramente, pero ahí es donde el PP debería haber demostrado esa generosidad política y no tener al PSOE 80 días sin formar gobierno. Lo que no puede ser es que cuando necesito agua, te la pido y cuando no la necesito, te la tiro a la cara.

–El PP le dio agua al PSOE en el País Vasco.

–Sí, pero las circunstancias que había en el País Vasco en ese momento jugaron un papel importante. Eran unas circunstancias distintas.

–Si Pedro Sánchez consigue formar gobierno, ¿el país sería gobernable teniendo en cuenta que no tiene mayoría en la mesa del Parlamento y el PP tiene mayoría absoluta en el Senado?

–Claro que sí. Lo que me sorprende es que Rajoy, que está pidiendo ayuda, amenace con la mayoría absoluta en el Senado. ¿El PP va a utilizar la mayoría absoluta para bloquear lo que pueda decidir un Gobierno legítimo?