Moreno desmonta el «mito» y cifra en 376 millones la poda social de Díaz

Urge a la socialista a decidir sobre su salto a Madrid tras compararla con un «niño pequeño».

A veces las etiquetas se estampan contra la realidad. Esto es lo que defiende el presidente del PP-A, Juanma Moreno, quien ayer contrapuso el «mito» de que «las políticas socialistas son las que protegen a los más vulnerables», al hecho de que en Andalucía, donde gobierna el PSOE de Susana Díaz, exista «una carencia absoluta de políticas sociales». Para apoyar su tesis lanzó cifras con la abundancia del confeti durante su intervención en la clausura de la convención sobre el Pacto por los Servicios Sociales que su partido celebró en Sevilla. Para arrancar, lamentó que en el Presupuesto «de más de 32.000 millones de euros que tiene la Junta», sólo «se dedique el 7 por ciento a los programas sociales», es más, cuantificó en 376 millones de euros «el recorte» en ese área durante la Presidencia de Díaz. A ello enganchó que la región «está a la cola en inversión por alumno con 580 euros», por debajo de la media estatal; destina a sanidad un porcentaje de sus cuentas menor que «comunidades como Madrid o Galicia»; o acoge a «uno de cada cuatro dependientes de toda España». Censuró también que 41.000 personas «se hayan quedado fuera de un programa de solidaridad», o que «el 42,3 por ciento» de la población «esté en riesgo de pobreza y de exclusión social». «Cuatro puntos más –apostilló– desde que Díaz es presidenta de la Junta».

Expuestos los datos, Moreno se preguntó «cómo se atreve el PSOE a darle lecciones al PP» y de «qué presume» Díaz. En ella se centró luego para dar a sus compañeros de filas «una primicia»: «Se quiere ir a Madrid», ironizó, para volver al menudeo de los números. Al líder del PP-A dice «dolerle mucho» que mientras la socialista «se dedica a conspirar con los barones de su partido, cierre comedores escolares en barrios marginales de Andalucía»; que «mientras piensa en recoger avales para no sé qué congreso que van a tener si se aclaran de una vez, 8.700 niños estén estudiando en aulas prefabricadas»; o que «mientras devuelve al Estado 470 millones para la formación por incapacidad de su Gobierno, se estén poniendo en peligro 11.000 puestos de trabajo de los centros especiales de empleo para personas con discapacidad». Ésa es, a su juicio, la radiografía de «la realidad social que vive Andalucía». Desde ella, Moreno urgió a la dirigente socialista a «decidirse» de una vez sobre su salto o no a Madrid, a la arena política nacional, por «el bien» de la comunidad. Tiró de metáfora para sostener que «una presidenta no puede ser como un niño pequeño» que se cansa rápido de «un juguete nuevo» y quiere otro «distinto». Sobre todo, porque teme que al final «no logre colmar sus ambiciones y Andalucía acabe siendo un juguete roto entre sus manos». Insistió en su mensaje de que los nueve millones de ciudadanos con los que cuenta la región no se merecen «ser rehenes de las ambiciones personales» de la presidenta y sí necesitan «más que nunca» un «Gobierno del PP y de Rajoy», presente en el acto. «Un presidente, dicen, en funciones, ya veremos», remató.