Sevilla

Muere Álvarez Duarte, toda una vida con la gubia en sus manos

Es uno de los grandes referentes de la imaginería contemporánea, con tallas que procesionan en Semana Santa repartidas por toda la geografía andaluza y nacional

El imaginero Luis Álvarez Duarte trabajando en su taller / Manuel Olmedo
El imaginero Luis Álvarez Duarte trabajando en su taller / Manuel Olmedolarazon

Es uno de los grandes referentes de la imaginería contemporánea, con tallas que procesionan en Semana Santa repartidas por toda la geografía andaluza y nacional

Luis Álvarez Duarte jugaba con la gubia desde niño. Con sólo doce años cogió un madero de una fábrica de San Bernardo y de ahí sacó a la Virgen de los Dolores de San José Obrero, su primera imagen. La talló en la sacristía de la parroquia de donde era monaguillo, en el barrio sevillano que lo vio nacer y donde tiene una calle dedicada. Ayer falleció tras no superar un ictus y el mundo de las cofradías se tiñó de luto. Álvarez Duarte es uno de los grandes referentes de la imaginería contemporánea, con tallas que procesionan en Semana Santa repartidas por toda la geografía andaluza y nacional. Incluso tiene imágenes suyas en el extranjero, como el Cristo del Amor, apodado de los Futbolistas y venerado en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires. Se lo encargaron los internacionales argentinos Héctor Horacio Scotta y Daniel Ricardo Bertoni.

Trabajó con los escultores Rafael Barbero y Antonio Eslava, pero su verdadero maestro fue Francisco Buiza. En una entrevista concedida a LA RAZÓN, reconoció que Buiza «me enseñó a trabajar por derecho». De él destacaba «su destreza desmochando, abocetaba muy bien, pero sobre todo tenía mucha valentía al cortar. En definitiva, sabía el oficio mejor que nadie».

Tras la dolorosa de San José Obrero vinieron las vírgenes de la Concepción de Palma del Río y la Amargura de Constantina. Con 16 años se consagró con la Virgen de Guadalupe, su primera imagen que procesiona en la Semana Santa sevillana. Una talla de semblante dulce y aniñado que le abrió las puertas de una ciudad muy exigente. Su idilio artístico con la capital hispalense fue prolífico, ya que también es autor de la Virgen del Patrocinio –que vino a sustituir a la anterior que se quemó en un incendio–, el Cristo de la Sed, el Cautivo y la Virgen del Rosario de San Pablo y el Cristo de las Cinco Llagas de la hermandad de la Trinidad.También restauró a la Esperanza de Triana e hizo sendos cuerpos nuevos al Cristo de las Tres Caídas y al Señor de la Salud de Los Gitanos. En 2010, tras el ataque que sufrió el Gran Poder, fue el encargado de reponerle el brazo que le fue arrancado.

En Málaga fue un artista reconocido. Para esta ciudad talló al Señor de la Sagrada Cena, la Virgen del Monte Calvario, la de la Paz, el Cristo de la Esperanza y la Virgen de la Paloma. En Córdoba destacan la Virgen del Rosario, tallada en 1974 y coronada canónicamente, junto a la de la Soledad, Encarnación, Desconsuelo y Ángeles. En Cádiz es muy popular la Virgen de la Esperanza de las Cigarreras y en Huelva reciben culto la Virgen de los Dolores y la Victoria del Polvorín. Una dolorosa suya de Granada, la Virgen del Mayor Dolor, se paseó por el Vaticano delante del Papa San Juan Pablo II.

Las muestras de condolencias están siendo constantes. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, aseguró en Twitter que «nos deja un símbolo de la Semana Santa» y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, señaló que «se nos ha ido un artista que trascendió nuestras fronteras». El funeral será hoy a las 11:30 horas en la capilla de las Aguas, delante de su Virgen de Guadalupe.

LA RAZÓN reconoció su trayectoria en febrero

La última distinción que recibió Luis Álvarez Duarte fue el Premio Imagen de Andalucía en la modalidad de Cultura, otorgado por LA RAZÓN. Fue el pasado mes de febrero en Almería, en un acto en el que se reconoció su amplia trayectoria artística. El imaginero estuvo arropado por las autoridades locales y por representantes de hermandades con imágenes de su autoría. Allí reconoció que «una parte importante de mi alma y de mi corazón está en Almería».