Santander
Otra dimisión eleva a catorce las renuncias de altos cargos de la Junta
El ex secretario general de Innovación Cultural asegura estar «quemado» tras seis meses ocupando el puesto
El ex secretario general de Innovación Cultural asegura estar «quemado» tras seis meses ocupando el puesto
«Me he quemado». Con esa expresión «que todo el mundo entiende» resumía Fernando Francés los motivos para poner fin a su efímero paso por la Junta de Andalucía. El hasta ayer secretario general de Innovación Cultural y Museos, dependiente de la Consejería de Cultura, presentó por la mañana una extensa carta renunciando al cargo. «Nunca antes me había quemado tanto en un trabajo en tan poco tiempo. La ilusión se ha evaporado», admite. Fuentes de la Consejería de Cultura señalaron que la renuncia se ha producido «por motivos personales» y aseguraron no haber tenido noticias al respecto hasta este lunes. Tampoco avanzaron quién será su sustituto, aunque antes habrá que esperar al primer Consejo de Gobierno del curso, en septiembre, para tramitar el cese. Con esta dimisión se elevan a catorce los ceses –voluntarios o forzados– de altos cargos de la Junta de Andalucía, desde que PP y Cs alcanzaran un pacto a principios de año.
Francés critica en su carta que «los criterios basados en el conocimiento del sector, en la selección por la calidad, en la ausencia absoluta de sectarismo político y en el pragmatismo en la gestión no han sido comprendidos ni en parte aceptados por quienes tienen dentro de la Consejería las responsabilidades más altas». Francés expone largamente sus logros personales en estos seis meses y señala que «a la gestión de lo público le iría mucho mejor si se le aplicasen modelos sin prejuicio alguno, de la experiencia civil y privada».
El también director de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales se arroga numerosos méritos, entre ellos, su reestructuración «con criterios empresariales». «He sustituido a todos los directores generales porque no se pueden cambiar las cosas si quienes están al mando piensan de manera distinta», asegura en su escrito, sellado en el Registro General con fecha de ayer. Para Francés, «la burocracia y unos procedimientos decimonónicos» lastran el desarrollo cultural de Andalucía.
El nombramiento de Francés se produjo en febrero y estuvo rodeado de polémica por su vinculación con la empresa privada Gestión Cultural y Comunicación. La consejera aseguró entonces en el Parlamento que dejó de ser propietario de esa sociedad un día antes. Antes de aceptar el cargo en la Consejería de Cultura dirigía el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga), cuyo cargo ocupaba desde el año 2003. Solo seis meses después de su «incursión política» adelantó que se retirará: «Quiero tomarme un tiempo sabático para ocuparme de proyectos alejados del arte y la cultura y más próximos unos al turismo y otros al desarrollo social de sectores desprotegidos». En la larga misiva, expone su frustración por las «actitudes políticas pusilánimes» que dice haberse encontrado y lamenta que «no existan planes estratégicos de políticas culturales y que la oportunidad política hipoteque la acción y la toma de decisiones». Eso sí, en sus seis meses de trabajo certifica que «las bases para el cambio cultural y artístico están construidas» en Andalucía.
El ya ex secretario general de Innovación tiene además un juicio pendiente por una supuesta agresión a la artista Marina Vargas, que se celebrará el 23 de octubre en Santander. Se vio además involucrado en otro proceso judicial, por favorecer supuestamente la colocación de mosaicos del artista galo Invader en varios edificios de Málaga protegidos. Según recoge Europa Press, en julio se conoció también la decisión de la Fiscalía de Málaga de archivar una investigación abierta contra él por su etapa como director del CAC malagueño por supuestas irregularidades en la compra de cuadros al no apreciar ningún ilícito penal.
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