Cataluña

Pareja abierta

La Razón
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No supongan que me refiero a la pareja formada por los presidentes de los gobiernos de España y Cataluña, que en un loable deseo de arreglar problemas han decidido partir de cero y abrirse al diálogo. No, me atrevo a decir que más difícil todavía es lo que nos cuentan en la revista «Lecturas» Nuria Roca y su marido Juan del Val. Este último, después de escribir dos libros junto a su esposa, se ha lanzado en solitario y ha creado una novela, con muchas vivencias personales. La gira de promoción del escrito, dado el tema, ha sido un regalo para todos los medios, más si se tiene en cuenta que Nuria se une a las explicaciones. Antes de continuar, por si algunos no lo saben todavía, pareja abierta es aquella que decide de mutuo acuerdo que, aunque su unión va estupenda, sería conveniente tener aventuras con terceras personas, porque identificar amor con fidelidad es letal, según ellos. Eso sí, tienen también un código, las infidelidades serán puntuales. Vamos, como si un día pasas a tomarte una copa y hay una promoción de caviar iraní, caes en la tentación y te tomas unas cucharaditas con una helada copa de champán y, nunca mejor dicho, pelillos a la mar. También se impone informar de la aventura, con el buen gusto de no entrar en detalles. Resulta desagradable que te cuenten: «Oye, no te lo podrás creer, pero estaba mucho mejor dotado que tú; además, maneja unos jueguitos de lo más placenteros». O por la otra parte: «Era un poco rellenita, pero las tetorras eran un escándalo y, al contrario que tú, no le hacía ascos a nada». Como verán, no es decoroso contar los finales de las películas. A mí hay algo que me interesaría mucho: saber si tienen una estadística sobre el número de aperturas que ha tenido la pareja y, sobre todo, quién encabeza la lista, Nuria o Juan. Hablando de este último, hay algo que declara que me produce cierta desazón: «Me encanta ser el marido de Nuria, estoy encantado a su sombra; además, por suerte gana más dinero que yo desde siempre». Sombra y dinero en un marido suena a cristalitos que se mueven en tu estómago.

La princesa del pueblo «se casa»

Pero lo realmente importante de las revistas de la semana es sin duda la exclusiva en «Lecturas» donde Belén –no son necesarios los apellidos, ella ha conseguido que sólo existan dos tipos de belenes, los de Navidad y ella– anuncia su próxima boda con su «Migue». Esto, en los momentos que vivimos, es un bálsamo. La gente se olvidará incluso de que Cataluña existe y, sobre todo, se pondrán de moda los calvos totales. Es una forma de olvidar a Puigdemont, que merece una reprobación parlamentaria por esa especie de nido de pajarracos negros que lleva a modo de casquete. Esos pajarracos son los que no le dejan pensar sensatamente. Esos y todos los cuervos malignos que le rodean. Pero volvamos a la que importa, la princesa del pueblo vuelve a la senda del matrimonio. La historia merecía este fin de fiesta. Ella, cual cenicienta, sufre un ataque grave y, como siempre en los cuentos, aparece un príncipe para salvarla. En este siglo que vivimos, los salvadores pueden llegar, como es el caso, conduciendo una ambulancia y al final es el que recoge el zapato de la princesa enferma. El desenlace ya lo conocen y conduce directamente al «sí, quiero» y el chófer pasará a ser príncipe consorte del pueblo. Por cierto, el novio, que está apretadito de carnes, luce una cabeza que se parece el busto de Pompeyo el grande, que preside uno de los salones del Senado de Roma. Menudo tamaño. Ella no es de callarse nada; además, una exclusiva tiene que tener sus especias picantonas; por eso –en vez de empezar por fecha, lugar, trajes...– teje una especie de adivinanza sobre los posibles invitados. Dudosos: Laura Fa y Rafa Mora. Arrojados a las tinieblas exteriores, más fácil, no invitados: Kiko Matamoros, Paz Padilla, Antonio Tejada, Jesús Manuel, Rosa Benito, Aurelio Manzano. ¿Quiénes serán los afortunados que estarán presentes en tan fastuosa ceremonia? Esa lista es una especie de crucigrama que Belén les deja para que se entretengan el fin de semana. De esta historia veremos muchos capítulos, que los disfruten.