Infraestructuras
Proyectos gemelos pero casi el doble de presupuesto y tiempo de ejecución
La Torre Cajasol, similar a la de Iberdrola en Bilbao, se dilata en inversión y plazo
Son hermanas gemelas, pero cada una –al menos de entrada– ha sido recibida de distinto modo en «su casa». La Torre Iberdrola y la Torre Cajasol, Cívica y ahora Caixabank son hijas y diseños miméticos del arquitecto argentino César Pelli.
Son hermanas gemelas, pero cada una –al menos de entrada– ha sido recibida de distinto modo en «su casa». La Torre Iberdrola y la Torre Cajasol, Cívica y ahora Caixabank son hijas y diseños miméticos del arquitecto argentino César Pelli. Una está considerada pieza esencial en la arquitectura de Bilbao. La otra es mirada con recelo por buena parte de la ciudadanía y hasta por la Unesco, que dio por buena la catalogación de la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar como Patrimonio de la Humanidad casi en el tiempo de descuento. Los plazos y el ajuste al presupuesto son otras de las diferencias entre los dos rascacielos. Según reveló su presidente, Isidro Fainé, en la presentación de las cuentas de Caixabank, la inversión inicial en la Torre Pelli de Sevilla alcanza ya los 350 millones de euros, cuando el coste inicial previsto era de 177 millones (250, incluyendo el suelo). La Torre Iberdrola de Bilbao, presupuestada en 175 millones, costó, en total, 200. No es mucho aventurarse decir que es más que probable que el edificio sevillano alcance, al final de la obra, el doble de lo invertido en el vasco, todo ello en plena crisis y con la reducción de costes (laborales y materiales) que conlleva tras los ajustes de la economía.
Las posibilidades de la Torre Caixabank menguan, al punto de que la entidad ha optado por amortizar la infraestructura con el Caixafórum que acordó ubicar en las Atarazanas. En Sevilla, según datos de Inerzia, el 21% de las oficinas en alquiler están vacías. Todo indica que el porcentaje va en aumento. En extensión, Sevilla dispone de un parque equivalente a más de cinco torres Pelli de oficinas vacío. La Torre Iberdrola, por su parte, va camino de cumplir 17 meses totalmente erguida, con 165 metros de altura, 41 plantas y 62.000 metros cuadrados de superficie. Ibedrola ha ocupado un tercio del edificio; lo que Monteseirín firmó que haría con la Delegación de Urbanismo como contrapartida al proyecto y cuya escasa rentabilidad provocó que Zoido se lo replanteara. Una veintena de empresas ocupa la parte inferior, 32.000 metros cuadrados. En doce meses, la Torre Iberdrola ha comercializado el 60% de los 50.000 metros cuadrados que tenía libres. El precio del metro cuadrado se sitúa entre los 18 y los 22 euros al mes. El rascacielos ha acumulado el 80% de los contratos de alquiler del último año en Bilbao. Cada día, genera un tráfico de 1.600 trabajadores más clientes, proveedores y visitantes. Cuando esté ocupada completamente, moverá a un millón de personas anualmente.
Los plazos de la Torre Cajasol se dilatan. La fachada se convirtió en el principal inconveniente para seguir avanzando, tras alcanzar la altura de 178 metros. A las subcontratas no les salía rentable el proyecto. De ahí que se unieran en el mismo contrato el revestimiento, la arquitectura, las instalaciones y la urbanización exterior del rascacielos. Culminada por fin la cubierta, se ha adjudicado la finalización de la obra a Dragados. Se hablaba de mayo de 2014 como fecha de finalización, pero el plazo ya se retrasa al segundo semestre. La obra arrancó el 16 de julio de 2007. Como poco, su construcción se habrá ejecutado en más de siete años, cuando la previsón era inaugurar en 2010. La Torre Iberdrola comenzó a construirse tres meses antes que su «hermanastra» de Sevilla y se inauguró en septiembre de 2011. En el tiempo que en Sevilla se levanta un rascacielos, en Bilbao se podrían hacer dos y casi por el mismo precio.
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