Política

Huelva

Rocío en un Pentecostés de verano

La Blanca Paloma recorre desde esta madrugada las calles de la aldea en una procesión extraordinaria con motivo del centenario de su coronación canónica

La Virgen luce el traje de los Montpensier, la corona de la coronación, el rostrillo de Muñoz y Pabón y las ráfagas de punta de martillo o redondas
La Virgen luce el traje de los Montpensier, la corona de la coronación, el rostrillo de Muñoz y Pabón y las ráfagas de punta de martillo o redondaslarazon

«Así como te coronamos en la tierra merezcamos, por tu intersección, ser coronados en el cielo». Eran las once y cuarto de la mañana del 8 de junio de 1919 cuando el cardenal de Sevilla Enrique Almaraz y Santos coronó en la aldea a la Virgen del Rocío. Será el próximo año cuando se cumpla el centenario de este relevante hito en la historia de esta devoción universal. La Hermandad Matriz de Almonte ha querido celebrar la efeméride por todo lo alto, destacando de entre todos los actos la salida extraordinaria de la imagen por las mismas calles de la aldea que recorre cada lunes de Pentecostés. Pero la procesión no se efectuará el mismo día en que se cumple el centenario, puesto que coincide con el sábado de romería. Será esta madrugada, 8 de septiembre, cuando los almonteños vuelvan a saltar la reja en una jornada tardía de verano, a las puertas del otoño, lejos ya de los calores propios de la primavera que suelen acompañar a la Blanca Paloma cuando se asoma a la marisma.

¿Y por qué el 8 de septiembre? La hermandad abrió un proceso de consultas y se decidió esta fecha porque coincide con la firma de la bula pontificia por la que el Papa Benedicto XV autorizó la coronación canónica. Es la fiesta de la Natividad de la Virgen y la aldea volverá a llenarse de rocieros y peregrinos, ansiosos de un nuevo encuentro con la imagen en los aledaños del santuario. Pero en esta ocasión habrá aspectos que la diferencien de la procesión de cada lunes de Pentecostés. El palio estará adornado con guirnaldas de flores, rememorando así las romerías de principios del siglo XX. Además, no visitará las casas de hermandad ni los simpecados se acercarán a sus plantas. Ya lo aseguró el pasado mes de mayo el presidente de la hermandad matriz, Juan Ignacio Reales, en una entrevista a LA RAZÓN. «Las salidas extraordinarias que hemos tenido en la historia, cuando ha habido un acontecimiento significativo, siempre han tenido algún matiz especial, alguna diferencia respecto a la procesión del lunes de Pentecostés». Igualmente, Reales confirmó que «llevará el mismo traje que lució en su coronación, el de los Montpensier –la familia que lo regaló– y habrá otros elementos que la harán distinta». El recorrido estará adornado con gallardetes y elementos alusivos a la coronación. El Ayuntamiento de Almonte ha llevado a cabo la sustitución de la solería del Real, donde tuvo lugar la colocación de la presea, y ha creado nuevos alcorques. Junto a ello, se ha procedido a la limpieza del monumento que desde 1920 recuerda este hito.

La última vez que la Virgen del Rocío procesionó de forma extraordinaria fue el 19 de agosto de 2013, durante casi ocho horas por la aldea, con motivo del bicentenario del «Rocío chico». Los almonteños conmemoran cada mes de agosto la salvación de su pueblo de las tropas francesas, instituyendo así un voto de acción de gracias. Dicha celebración tuvo como marco un Año Jubilar, el mismo periodo de gracia que ha concedido la Santa Sede para la «venida» de la imagen a Almonte el próximo mes de agosto, un rito que se celebra cada siete años. Allí permanecerá hasta poco antes de la romería de Pentecostés del año 2020.

Buceando en la historia, existe cierta controversia sobre la génesis de la coronación canónica. De una parte, el canónigo de la Catedral de Sevilla Juan Francisco Muñoz y Pabón lanzó la idea en un artículo de prensa titulado «La pelota está en el tejado», en el que aseguraba que «la imagen de Nuestra Señora del Rocío, virgen la más popular de toda esta Andalucía baja; con culto el más ferviente y la más acendrada devoción en las dos vastas provincias de Sevilla y Huelva, no está canónicamente coronada, y lo debiera estar. ¿No lo están la del Pilar, de Zaragoza; la de los Reyes, de Sevilla; la de las Angustias, de Granada; la de Begoña, allá por tierras vascongadas; la de los Milagros, del Puerto de Santa María; la de la Cabeza, de Andújar; o la de los Remedios, de Fregenal de la Sierra?». Antes, había existido un cuento, titulado «El traje de luces», escrito por el párroco de Niebla Cristóbal Jurado, que cuenta la historia de un torero andaluz y en el que se alude a la coronación. Una seguidilla de la época refleja esta polémica: «De la Virgen del Rocío/ y de su coronación/ ¿de quién fue la idea?/ ¿fue el párroco de Niebla,/ o de Muñoz y Pabón?».

En relación a la corona que se utilizó, fue obra del platero de la Catedral de Sevilla Ricardo Espinosa de los Monteros, utilizándose más de dos kilos y medio de oro que provenía de donaciones particulares. Contiene una gran cantidad de piedras preciosas, destacando un anillo del cardenal Almaraz y otro del Nuncio de Su Santidad. Es la que suele portar en cada romería. Con motivo del centenario, la hermandad matriz ha encargado una nueva presea, que lucirá en la romería del próximo año, a los hermanos Delgado. La pieza seguirá las líneas de la anterior para no alterar la impronta de la talla y está cargada de simbología relativa a la peregrinación.