Andalucía

Rodríguez y Franco ahondan en la brecha de Podemos

Los modelos centralizado y autónomo chocan en un debate protagonizado por la marca electoral

Las candidatas en las primarias de Podemos Andalucía, Isabel Franco y Teresa Rodríguez (Foto: Manuel Olmedo)
Las candidatas en las primarias de Podemos Andalucía, Isabel Franco y Teresa Rodríguez (Foto: Manuel Olmedo)larazon

El debate cara a cara ente Teresa Rodríguez e Isabel Franco, ambas enfrentadas en las primarias de Podemos que desembocarán en la elección de la candidata a la presidencia de la Junta para las próximas elecciones autonómicas, visualizó ayer la brecha abierta entre la corriente afín a Pablo Iglesias y Pablo Echenique, por un lado, y la que lidera la actual coordinadora en Andalucía, que defiende una organización más autónoma. El debate ya venía caldeado a raíz de una entrevista en la que Rodríguez acusaba a la dirección de «señalar a personas por sus ideas, como los nazis». Franco amagó con no acudir, pero los ánimos se calmaron y el encuentro comenzó en un tono cordial, con propuestas programáticas coincidentes. Sí hubo un primer punto de fricción cuando Franco reprochó a Rodríguez, portavoz parlamentaria de la formación morada, de mantener el grupo parlamentario «cerrado» a los municipios. En este sentido, planteó la creación de una oficina municipalista para que las propuestas de este ámbito pasen a la Cámara de una forma más fluida. Rodríguez, por su parte, defendió que se ha realizado un «trabajo serio» en los municipios, subrayando que «incluso hemos sido flexibles en las formas», en referencia a las marcas electorales que se presentaron a las municipales.

Pero el choque frontal se produjo cuando debatían el modelo de confluencia con IU y otras organizaciones. Franco aseguró que se ha producido un «debate falso» y habló de «rodillo» a la hora de concretarse el modelo de cara a las autonómicas. «Pedimos un potaje y no un puré», señaló, además de acusar a Rodríguez de querer construir un partido siguiendo los esquemas de Catalunya en Comú, «con censo y CIF propios». Franco, igualmente, ahondó en la brecha al mostrar su «cansancio» por el hecho de «repartirse» constantemente carnés de andalucismo», por lo que apostó por una formación «sin personalismos, baronías ni peleas entre familias». Junto a ello, instó a desarrollar un proceso de confluencia «más transparente» y a colocar el nombre de Podemos «tanto en la denominación del partido como en la papeleta». Pese a todo, apostó por la confluencia con otras formaciones porque «así lo decidieron los inscritos».

Por su parte, Rodríguez aseguró que la confluencia con IU se ha venido gestando «a fuego lento» y confió en que la formación resultante «incluya el nombre de Podemos y el de Andalucía». No obstante, se opuso claramente a la directriz nacional al criticar que «Podemos es vista como una marca muy madrileña» y reclamó incluir alguna referencia a Izquierda Unida, porque «una parte de los votos de IU se perdieron en la alianza». También ironizó recordando el encuentro con Echenique, mostrando su disposición a «comprarle» una buena denominación.

Franco, lejos de buscar el acuerdo con su oponente, echó más leña al fuego al asegurar que militantes de Granada y Málaga «han recibido llamadas para que retiren su candidatura». «En este proceso me hubiera gustado que se presentaran equipos, y no candidatos», remarcó.

En cuanto a un escenario post-electoral, ambas coincidieron en «frenar a PP y Ciudadanos». Franco sí se mostró contraria a «cogobernar» con el PSOE y Rodríguez aludió a la posibilidad de llegar a «acuerdos puntuales».