Elecciones municipales
«Si no hay estabilidad, tendré que quedarme y sacrificarme por Sevilla»
Juan Ignacio Zoido, dispuesto a hacer oposición al frente anti-PP de la izquierda
«Sevilla, aún más» era el eslogan de campaña de Juan Ignacio Zoido. Pese a ganar las elecciones, el alcalde en funciones tiene difícil encontrar apoyos para seguir gobernando a partir del 13 de junio. A su propuesta de pacto por Sevilla sólo ha respondido Ciudadanos. PSOE, Participa e IU abogan por un cambio y directamente le ignoran. Pero Zoido desveló ayer que su intención es continuar en el Ayuntamiento, incluso en la oposición. «Me quedé en su momento –tras ganar en 2007 sin mayoría– y pienso quedarme cada vez que me sienta útil y necesario. Si veo que hay riesgo, pues tendrá que quedarse uno y sacrificarse por Sevilla. Ahora creo que soy quizá más útil que nunca y mientras yo sea útil aquí, estaré dando la cara por los sevillanos».
El escenario que se dibuja es «complejo» y Zoido teme que si el PSOE gobierna, «haya inestabilidad». «Entonces, yo estaré ahí para salvaguardar los intereses de los sevillanos», insistió, argumentando que incluso pierde dinero, pues en teoría podría recuperar su plaza de juez.
Zoido trató de pasar a la acción y tachó de «irresponsable» a Juan Espadas. El candidato socialista trata de formar gobierno «a cualquier costa y como sea, contra quien ha ganado las elecciones», dijo. El alcalde en funciones insiste en que es él quien cuenta con «legitimidad» para hacerlo y critica «la irresponsabilidad de quien no habiendo ganado ninguna de las dos elecciones a las que se ha presentado, se arroga el derecho de formar gobierno», en clara alusión a Juan Espadas. «Es el mundo al revés», añadió. Un discurso que choca con la utilización del tiempo pasado para referirse a su condición de alcalde y la innecesaria alusión a la «tendencia ideológica» de una asociación de vecinos que ha denunciado un acuerdo de patrocinio para la restauración de una iglesia (Santa Catalina) a través de la empresa municipal de aguas Emasesa, cuando habría bastado con argumentar la defensa del patrimonio de la ciudad.
Sea como fuere, los datos del paro conocidos ayer respaldaron la tesis del «giro de 180 grados» que plantea Juan Espadas en el Ayuntamiento hispalense. En mayo, un mes tradicionalmente bueno, el número de desempleados de la capital creció en 498 personas más. Hay 85.694 personas sin trabajo en la capital, cerca de 9.000 más que en 2011, lo que se califa como un «fracaso estrepitoso» de Zoido, según el portavoz socialista Antonio Muñoz.
Pero la batalla electoral entre PP y PSOE tiene otro frente abierto. Los socialistas anunciaron ayer que se personan como «acusación popular» en el caso de las octavillas de Torreblanca, una denuncia promovida por el reparto de publicidad con el distintivo del Partido Popular en la que se prometía ayuda en materia de vivienda, empleo o alimentación.
No es el único problema: ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) admitió una demanda que presentó la Asociación de Gestores de Residuos de Andalucía (Agresur) contra las ordenanzas de limpieza y gestión de residuos del Ayuntamiento de Sevilla de 2014 porque consideran que no se ajustan a la ley. En concreto, la asociación pide que sean declaradas nulas porque vulneran la seguridad jurídica –tantas veces repetida por Zoido– al excederse en sus competencias, y subraya que la empresa municipal de limpieza, Lipasam, no tiene competencias para recoger el aceite doméstico usado.
Mientras, IU nombró una comisión de diálogo, que encabeza Daniel Rojas, para debatir con otros partidos sobre el futuro alcalde, Participa Sevilla celebró ayer una asamblea abierta para debatir al respecto. Sobre la base del «no» a Zoido, Espadas tiene las de ganar.
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