Política

Andalucía

Susana Díaz ignora el resultado electoral y llama a combatir al «franquismo político»

Reclama unidad al PSOE andaluz de cara a las elecciones de mayo y solicita movilización frente a la derecha

Susana Díaz oficializó el pasado viernes que liderará la oposición en el Parlamento andaluz / Foto: Manuel Olmedo
Susana Díaz oficializó el pasado viernes que liderará la oposición en el Parlamento andaluz / Foto: Manuel Olmedolarazon

Reclama unidad al PSOE andaluz de
cara a las elecciones de mayo y solicita movilización frente
a la derecha

Susana Díaz no va a dar un paso atrás y pretende anticiparse a cualquier movimiento de la dirección federal de su partido que busque apartarla de la secretaría general del PSOE andaluz. Tal y como viene informando este periódico y confirmó públicamente la presidenta de la Junta en funciones el pasado viernes, su intención es liderar la oposición al nuevo Gobierno andaluz que presidirá Juanma Moreno. Ni marcharse al Senado ni dar un paso atrás para facilitar un relevo al frente del PSOE andaluz. Resistir e incluso repetir como candidata de los socialistas en las próximas elecciones autonómicas. De momento, Díaz espera que el PSOE andaluz obtenga un buen resultado en las elecciones municipales y europeas de mayo y recuperar algo del crédito perdido en los últimos meses. En una carta enviada a los militantes de su partido, consultada por este periódico, así lo detalla.

En la misiva, Díaz huye de la autocrítica y repite los mismos argumentos que ha ido desglosando desde que se conocieron los resultados electorales y que han provocado que por primera en la historia autonómica los socialistas no presidan el Gobierno andaluz. La secretaria general del PSOE-A da gracias a los militantes porque «con tu esfuerzo hemos logrado, de nuevo, ganar las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. Hemos sido la fuerza más votada en el 80% de los municipios y el único partido en el que más de un millón de andaluces y andaluzas depositaron su confianza en las urnas».

A continuación, Díaz señala que «a pesar de que el PSOE de Andalucía ha sido el partido que libremente apoyaron la mayoría de los andaluces y andaluzas, las derechas del PP y Ciudadanos, en alianza con la ultraderecha de Vox han decidido no respetar la voluntad de la ciudadanía y pactar en Madrid el futuro de Andalucía». Díaz obvia que ella misma negoció con Izquierda Unida un acuerdo en 2012 para descabalgar a la lista más votada en las elecciones, que fue el PP que encabezaba Javier Arenas y que obtuvo 50 de los 109 escaños. Griñán fue investido presidente y un año después le cedió el testigo a ella.

Una vez «justificado» el fracaso, Díaz insta a los militantes a movilizarse e «implicarnos al máximo en combatir a la derecha que ha blanqueado y dado protagonismo en las instituciones al franquismo político».

«Desde el primer minuto estaremos vigilantes y beligerantes contra cualquier tentativa que suponga una marcha atrás en lo que tanto nos ha costado conseguir. La derecha, en sus distintas variantes, quiere desmontar nuestra autonomía. No lo vamos a consentir, el PSOE y la mayoría social de esta tierra va a estar enfrente, fuertes y comprometidos con nuestros avances y nuestro Estatuto».

El último hilo conductor de la carta es el llamamiento a la «unidad» del partido en torno a su figura y a la actual dirección. «Tenemos que plantar cara desde el primer momento y empezar a trabajar ya en los próximos retos, que no son otros que las elecciones municipales y europeas de mayo, así como las elecciones generales en su momento». Para esta tarea, qué mejor que encontrar un enemigo común: «Nuestro compromiso frente a la extrema derecha y todo lo pernicioso que representa nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos ante estas citas electorales. El reto es frenar a la ultraderecha y sus aliados. Ahí debemos concentrar nuestras energías para garantizar gobiernos progresistas».

La receta de Díaz para «aguantar» en la oposición está clara: unidad del partido en torno a su figura y lucha contra el pacto de las «derechas» que gobierna en Andalucía. De ese modo, trata de desviar la atención en torno al futuro del PSOE andaluz y gana tiempo hasta que el panorama político se aclare y la celebración de las distintas elecciones pendientes añada luz sobre si lo que ha ocurrido en Andalucía ha sido una excepción o se convertirá en norma y, por tanto, no achacable a su figura.