Sevilla

The Andaloussian Connection

“El Campo de Gibraltar es ya territorio comanche, una pequeña Sicilia enclavada entre el Peñón y la Ruta del Toro, y en la Costa del Sol” / Foto: La Razón
“El Campo de Gibraltar es ya territorio comanche, una pequeña Sicilia enclavada entre el Peñón y la Ruta del Toro, y en la Costa del Sol” / Foto: La Razónlarazon

La misma semana en la que la revista «Paris Match» reseña la apertura, Guadalquivir arriba hasta Sevilla, de pingües rutas para traficar con drogas y personas, los telediarios reportan sobre un suceso en una playa de Estepona grabado por un bañista estupefacto. A plena luz del día, unas mulas de los cárteles descargaban un alijo al tiempo que amenazaban a los presentes con toda la credibilidad gangsteril. «Apaga el móvil o te mato». En la ribera del río, son numerosos los cuarteles que han sufrido una infiltración del narco y alguno ha debido ser purgado al cien por cien. Los gabinetes de prensa, que son con mucho el departamento más eficiente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, llevan meses tronando con decomisos e incautaciones casi diarios y familiarizándonos con los alias de los capos de las bandas (presuntamente) desmanteladas sin que la realidad comparezca con menor crudeza; al contrario, el crimen organizado pareciera uno de esos organismos que se reproduce por esporas y al que, lejos de debilitarlo, fortalece la amputación de alguno de sus esquejes menos productivos. Cada detención se suple con media docena de elementos porque, versionando a Einstein, las únicas magnitudes infinitas concebibles por la mente humana son el universo y la pasta que maneja esta gentuza. El Campo de Gibraltar es ya territorio comanche, una pequeña Sicilia enclavada entre el Peñón y la Ruta del Toro, y en la Costa del Sol, hace tiempo que da miedito asomarse a las interrelaciones entre los poderosos que habitan a uno y otro lado de la Ley. Éste es el estado de las cosas en Andalucía mientras los gobiernos nacional y regional se pelean por ver quién escupe más lejos, lo que resulta irresponsable en cualquier materia y rayano en lo delictivo cuando se trata de la seguridad.