Sevilla

Tiempo oficial para los buenos deseos

Este largo título quiere rendir homenaje a la Navidad, muy denostada últimamente, sobre todo por quien ya saben y que no quiero ni nombrar. Desear que casi universalmente se dedique un tiempo a ser buenos y benéficos puede parecer algo bobo, pero peor sería no recordar que los buenos sentimientos incluso curan. Uno de los argumentos más usados a la contra es que esto de las navidades no es más que la exaltación del consumismo. Convendría recordar a estos críticos que hay beneficio en las compras, y no sólo para los empresarios. Hay cientos de miles de personas que encuentra dos meses de trabajo, algunas incluso se quedan con contratos más largos. Hay que añadir también las ilusiones que tantas personas ponen al comprar un obsequio para un ser querido, así que, bien por la Navidad. Las revistas cada vez dedican menos espacios a los clásicos reportajes navideños, que a muchos famosos les venía, nunca mejor dicho, que ni caído del cielo, ya que solía ser la revista la que decoraba la casa, por lo que te la dejaban maravillosa. Cierto es que los personajes solían ser los mismos cada año, pero también en los reportajes playeros de verano, los torsos de músculos de titanio y los biquinis de infarto también se repiten y hasta el último verano no han faltado.

«¡Hola!» pone su portada a disposición de Álex Lecquio. Le acompañan sus padres Ana y Alessandro. Álex, en el amplio reportaje interior, desgrana una lección de optimismo, enfrentado como está a un fiero y contumaz enemigo. Seguro estoy que el joven, en tan larga batalla, tendrá momentos angustiosos, momentos en los que piense que la guerra está perdida y para qué seguir en una cruel batalla diaria. Pero ahí sigue , con una sonrisa que es la imagen de la felicidad y con los proyectos de futuro con los que quiere emular a su abuelo. En sus circunstancias ha conocido que lo único que de verdad existe en la vida de las personas es el hoy; el mañana nadie lo tiene garantizado. Me ha parecido que esta exclusiva tiene mucho espíritu navideño. Siempre habrá quien mantenga que Ana y Alessandro no desperdician ocasión para aparecer en una portada. Creo que lo que hacen es algo tan natural como apoyar a su hijo. Si, además, se ha pagado por este reportaje, me parece bien. A una larga y cara enfermedad también se la combate con un dinero extra para poder emplearlo en planes de vida con amigos y familiares. Álex, a curarte y a seguir con ese optimismo, que es una magnífica medicina.

Mila se ha convertido en un pilar de «Lecturas», ya son varias las semanas en la que aparece en portada junto a un personaje al que entrevista. En la de esta semana es a su jefe Jorge Javier Vázquez. En principio, ninguno de los dos da un perfil muy navideño. En el caso de Jorge siempre mantiene aquello de que tiene muchas ganas de que sea 10 de enero. Duda despejada. En el caso de Mila, estoy seguro que en Sevilla con una buena y amplia familia seguro que las navidades se vivían intensamente. Posiblemente, el fuerte personaje que ella representa en televisión la aleja de las dulzuras de este tiempo.

En «Diez Minutos» es Isabel Pantoja la que ocupa portada con un titular totalmente navideño: «Isabel Pantoja termina el año feliz». Se lo merece. Son pocos motivos para la felicidad los que estamos acostumbrados a conocer de la gran artista.

Por mi parte, en el transcurso de mi dilatada vida, han pesado mucho más las cosas buenas que las contrarias y, este año, ha sido especialmente bueno. Así que sólo espero y pido repetir lo mismo en el 2019. A todos los que compran este periódico, gracias y que tengan no sólo una Nochebuena, que sean al menos 1001 las Noches Buenas.